Como lo advirtieron, tras falta de acuerdos con el Gobierno Federal, tomaron la administración de la Zona Arqueológica y la reabrieron, un día después de que el INAH la cerró aduciendo medidas sanitarias por COVID-19

 

REDACCIÓN

 

COBÁ.- Como lo anunciaron días atrás, este miércoles ejidatarios de Cobá tomaron las instalaciones de la zona arqueológica y la abrieron al acceso de turistas de manera gratuita, un día después de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunciara el cierre del sitio “para la prevención de contagios de COVID-19”.

En junio pasado, los ejidatarios habían solicitado al INAH la administración de la zona arqueológica, pues aseguran que durante los 50 años que el instituto ha manejado el área no han visto los beneficios del recurso que se obtiene por concepto del pago de la entrada hacia el recinto de monumentos mayas.

Aunque se llevó a cabo una mesa de negociaciones entre el gobierno federal y los ejidatarios a lo largo de dos meses, en busca de concretar algún proyecto para apuntalar la economía de la comunidad, determinaron tomar posesión de las instalaciones a partir de este miércoles 11 de agosto y limitar la entrada al poblado exclusivamente para los habitantes y turistas.

A través de un comunicado, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INAH informaron el martes el cierre de la zona arqueológica hasta nuevo aviso, “por razones de seguridad y atendiendo a las disposiciones sanitarias para la prevención de contagios de COVID-19” y aseguraron que “en cuanto existan las condiciones para su reapertura, se avisará de manera oportuna a la opinión pública”.

Fausto May Cen, presidente del comisariado ejidal de Cobá, dijo que seguirán permitiendo el acceso gratuito a los turistas, “mientras no lleguemos a un acuerdo con las dependencias”, y aseguró que se lleva un control riguroso de las medidas sanitarias, con toma de temperatura, uso de cubrebocas y sin arriesgar la integridad de los visitantes.

Cabe recordar que la zona arqueológica de Cobá ya había sido cerrada por las autoridades, entre el 30 de julio y el 4 de agosto, debido a un caso confirmado de COVID-19.