SYLHET.- Aldeanos en el nordeste de Bangladesh abarrotaban centros improvisados de refugio y se apresuraban a recibir a los barcos que llegaban con comida y agua potable mientras las enormes inundaciones, que dejaron decenas de muertos y desplazaron a cientos de miles de personas allí y en la vecina India, seguían sembrando el caos el martes.

En Sylhet, en el extremo nordeste del país y una de las zonas más afectadas cerca de la frontera con India, la gente llegó a nado, vadeando el agua o en balsas improvisadas hasta un barco que entregaba ayuda y que amarró en un refugio donde el agua llegaba hasta la mitad del primer piso.

El poblado junto al Río Surma es propenso a las inundaciones, pero tras los aguaceros extremos al comienzo de esta temporada del monzón, lugareños dijeron que nunca había visto nada semejante. “En algunos casos incluso el segundo piso de los edificios se ha inundado”, explicaron.

Las lluvias del monzón en el sur de Asia suelen comenzar en junio. Pero los chaparrones de este año empezaron a castigar el nordeste de India y Bangladesh en marzo, con inundaciones a partir de abril en Bangladesh.

Ahora que la temperatura global sube debido al cambio climático, los expertos señalan que el monzón se vuelve más variable y mucha de la lluvia que normalmente caería en toda la temporada se concentra en menos tiempo.

Por ahora los reportes de muertos en Bangladesh oscilaban entre las 12 y las 32 personas, aunque la agencia de Naciones Unidas para la infancia dijo que unos 4 millones de personas se habían visto aisladas por las inundaciones en el nordeste del país y necesitaban ayuda con urgencia.