MÉXICO.- Aun cuando sigue habiendo grandes decomisos de armas a grupos del crimen organizado, los ciudadanos mexicanos que se desarrollan en actividades legales dejaron de entregar las que tienen en sus domicilios.

En lo que va del actual Gobierno, a nivel nacional se registró una disminución de 82.2% en el esquema de despistolización, de acuerdo con información entregada a través del mecanismo de transparencia por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Del 2012 al 2015, dentro de la administración de Enrique Peña Nieto, fueron entregadas 81 mil 096 armas, mientras que del 2018 al 2021 se contabilizaron 14 mil 418. Es decir, una diferencia de 66 mil 678 armas canjeadas entre periodos similares de ambos gobiernos.

Juan Manuel Aguilar, investigador en seguridad pública del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede) consideró que las poblaciones se sienten vulnerables frente a grupos del crimen organizado y no están participando en el canje de armas porque las necesitan para su defensa personal.

Mauricio Bastién Olvera, especialista en seguridad, comentó que el tema de armarse genera una falsa sensación de seguridad y subrayó que un estudio que se elaboró en Estados Unidos sobre los tiroteos de 1985 al 2002 observó que ninguna persona que portaba pistola pudo repeler al atacante.

De acuerdo con autoridades locales consultadas, la posesión de armas de fuego marca el incremento de los índices delictivos, aunado al aumento en el número de fallecimientos por accidentes y suicidio. (La Razón)