Es siete veces más grande que el de la Antártida y existiría desde los 80; con él, ya serían tres las grandes áreas de la atmósfera en las que esta capa protectora está mermada

LONDRES.- Es habitual hablar del “agujero de la capa de ozono”. Sin embargo, no hay uno solo. El primero, del que se habla habitualmente, se sitúa sobre el Ártico. Afortunadamente, gracias a las medidas de prevención impulsadas desde los años 80, a partir de 2016 se comenzó a reportar su paulatino cierre. Pero hay más agujeros. Por ejemplo, en 2020 se descubrió uno sobre la Antártida y ahora se acaba de reportar otro, justo encima de los trópicos.

No obstante, los científicos que los han descubierto creen que pudo originarse en la década de 1980. Por lo tanto, cuando se descubrió el agujero de la capa de ozono del Ártico, es posible que el de los trópicos ya estuviese abriéndose paso.

En el estudio en cuestión se ha comparado este agujero con el del Antártico, ya que es el más preocupante de los que hay abiertos ahora mismo. Y la comparación ha generado un gran desasosiego, pues presenta diferencias que lo hacen mucho más peligroso. Por ejemplo, mientras que el de la Antártida sigue un ciclo estacional y tiene su mayor pérdida de ozono en los meses de septiembre y octubre, para luego reponer parte de lo perdido, este no experimenta ninguna recuperación. Como resultado, las personas que se encuentran bajo él están muy expuestas a las radiaciones peligrosas durante todo el año.

Según han explicado los autores del estudio en un comunicado, en los trópicos vive aproximadamente la mitad de la población mundial. Eso significa que este nuevo agujero de la capa de ozono ya está exponiendo a un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer de piel a un grandísimo número de personas. (Hipertextual)