Aunque no terminó absorbida, fue capturada en órbita y, cual víctima de un vampiro, sigue proveyéndolo de su energía

AGENCIAS

LONDRES.- El astrónomo Andrew King, de la Universidad de Leicester en el Reino Unido, descubrió una estrella que ha logrado sobrevivir a ser absorbida por un agujero negro a 250 millones de años luz de distancia de la Tierra.

Cuando los agujeros negros tragan cantidades masivas de materia del espacio que los rodea, eructan tremendas llamaradas de rayos X, generados por el calentamiento del material que es succionado a temperaturas intensas, tan brillantes que puede verse desde la Tierra.

Este es el comportamiento normal de un agujero negro. Lo que no es normal es que esos destellos de rayos X se produzcan con la regularidad de un reloj, un comportamiento desconcertante informado en 2019 desde un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia a 250 millones de años luz de distancia.

Tras un largo estudio, King identificó que la causa potencial era una estrella muerta que fue aspirada por un agujero negro, quedando atrapada en una órbita elíptica de nueve horas a su alrededor. Es decir, en cada pasada cercana, o periastrón, el agujero negro absorbe más material de la estrella.

Este agujero negro es el núcleo de una galaxia llamada GSN 069, y solo presenta 400,000 veces la masa del Sol. Aun así, está activo, rodeado por un disco caliente de material de acreción, que le alimenta y le ayuda a crecer.

Según el modelo de King, dicho agujero estaba colgando, haciendo su actividad de acreción activa, cuando una estrella gigante roja se acercó demasiado.

Entonces, el agujero negro despojó rápidamente a la estrella de sus capas externas, acelerando su evolución en un enano blanco, el núcleo muerto que queda una vez que la estrella ha agotado su combustible nuclear. Pero en lugar de continuar su viaje, la enana blanca fue capturada en órbita alrededor del agujero negro y continuó alimentándose de él.