Es mexicana

Es hasta los márgenes de la exigencia a donde quiere llegar Irene Aldana. La peleadora peso gallo, primera mexicana en hilar tres victorias en la UFC, no escatima en esfuerzos, ni piensa en géneros a la hora de prepararse para subir al octágono, aun cuando sus rivales la superen por casi 20 kilos. “Todos mis sparrings son hombres. Las mujeres que están en el gimnasio son pocas y más chicas que yo, entonces me toca pelear con hombres de 70 a 80 kilos. Me ayuda mucho porque me acostumbro a su complexión y fuerza, eso, al momento ya de pelear, me lo hace menos complicado”, explicó la sinaloense.

“Es un gran reto para mí, y de alguna manera me suelto más, pero ya van varios a los que noqueo en el gimnasio (risas)”, dijo la combatiente de 31 años, quien en puerta tiene la pelea ante la estadounidense Raquel Pennington, número cinco del mundo, y que la puede catapultar para tener una oportunidad por el cinturón de la categoría.

Este enfrentamiento, que se sostendrá el 20 de julio en San Antonio, Texas, se da luego de que Aldana derrotó a la ex retadora al título, la brasileña Bethe Correia, logrando su primera finalización en la UFC y entrando así al Top Ten.

“Fue una noticia que no me esperaba, estaba apenas saboreando la victoria cuando me llegó la llamada. Tomamos 30 minutos en decidir que sí, porque estaba sana y no tenía lesiones graves. Eso me ayuda a llegar al cinturón, más rápido de lo que pensaba”, describió.

Pese a ser originaria de Culiacán, fue en Jalisco en donde Irene inició en las artes marciales mixtas, justo cuando ella concluía sus estudios de Diseño Gráfico en la UVM. “Era una estudihambre viviendo sola”, bromeó.

Luego de una semana contemplando desde afuera el gimnasio Lobo Gym, equipo al que hoy pertenece, tomó el valor necesario para incursionar en esta disciplina.

“El hecho de saber hasta dónde puedo llevar mi cuerpo y mi mente, es mi gran reto. Uno piensa ‘hasta aquí puedo’, pero no es cierto. Nunca pensé que llegaría a golpear a alguien con una mano rota”, aseguró.

No obstante, el camino para alcanzar sus objetivos tuvo turbulencia y malos tragos. Uno de éstos lo experimentó en su primer combate fuera de tierras mexicanas, justo un Brasil.

“Fue muy fuerte para mí esa derrota, porque di una muy buena pelea y la perdí. Salí hinchada de mi cara y fue impactante verme en el espejo, me pregunté ‘qué estoy haciendo aquí’”, confesó.

“Me ha tocado perder las tres peleas más importantes de mi carrera, dos cinturones y mi debut en UFC, pero aprendí de eso, fue difícil asimilarlo y no caer en la decepción”, continuó.

Pese a lo anterior, Aldana mantiene la determinación. Confía en que su cuerpo y sus habilidades están en constante desarrollo, y se prepara para que, en algún momento, le llegue la oportunidad de contender por la corona.

Asimismo, visualiza un panorama prometedor para las mujeres mexicanas que incursionan en este deporte. “Se están abriendo muchas oportunidades, cuando yo empecé (a los 24) estaba limitada la competencia en México, por lo que me fui al extranjero. Ahora más chavas se interesan y quieren entrenarlo en nuestro país, y eso es bueno”, concluyó.