Me niego a pensar que nadie sensato le haya dicho a Andrés Manuel que el eventual procesamiento a los expresidentes empezando por Carlos Salinas hasta Enrique Peña pasando por Fox y Calderón no tiene que ver con consultas populares sino con hechos concretos, probables y acreditables con pruebas; supuestos específicos que se encuentren previstos en la Ley, ya sea una responsabilidad grave administrativa que no excluye la responsabilidad penal o el juicio político. Esta actitud asumida como Poncio Pilatos me lleva a pensar más en la intención de capitalizar nuevamente el enojo ciudadano, entendible y explicable que le dio un altísimo número de votos con los que la ciudadanía le dio su confianza hace dos años. Agustín Basave fue bastante claro hace unos días mediante un twet en el que escribió: “Asumir su responsabilidad, presidente, implica que deje ud. de condicionar el proceso a expresidentes a una consulta que ya se hizo el 1º de julio de 2018. Al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie. Sin pacto de impunidad, con EPN en la cárcel, seríamos ejemplo mundial.”

Andrés Manuel ha demostrado a través de su larguísima campaña en pos de la Presidencia de México que una vez que toma una decisión, ésta se torna inamovible; le da la vuelta, parece que la olvida y a la menor oportunidad construye o aprovecha la coyuntura para realizar la decisión que ya había tomado. ¿Cuál es la decisión que ya tomó? Aparecer en la boleta electoral del proceso del próximo año, el motivo es lo de menos, recordemos que propuso en los primeros días de su gobierno someter a consulta pública la revocación de mandato precisamente en la boleta electoral de 2021, no se pudo; ahora lo intenta aprovechando la falta de concordancia entre la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos que fue reformada en 2019 estableciendo que cualquier consulta ciudadana debe realizarse en el primer domingo de agosto pero a los diputados federales se les olvidó reformar la Ley Federal de Consulta Popular que desde su promulgación en 2014 establece que las consultas populares se realicen el mismo día de la jornada electoral.

El Presidente no es Licenciado en Derecho pero antes de lanzarle la pelota a la Suprema Corte de la Nación su staff jurídico le debió haber informado que en casos como este prevalece el mandato constitucional así que lo que percibo aquí es su intención de mantener el mayor tiempo posible en el ámbito de la discusión pública el tema de la corrupción de sus antecesores porque sabe que su imagen que se mantiene en altos niveles de aceptación podría traducirlos en votos para apoyar a su partido el que por el contrario ha ido disminuyendo la aceptación que tuvo hace 2 años.

El Estado de Derecho y las instituciones son las columnas de la democracia por lo tanto es una obligación ciudadana velar porque éstas prevalezcan.

LA RUEDA DE LA FORTUNA

En un brete se encuentra Mario Delgado con la elección de la Mesa Directiva para el tercer año de la Legislatura en la que dominan MORENA y sus aliados PT y PES; en estricto sentido esa posición le correspondería al PRI con Dulce María Sauri pero Fernández Noroña tiene otros planes y nadie ha sido capaz de detenerlo todavía.

Aquí le dejo mi correo por si tiene algún comentario marisolbaladoes@gmail.com

Sonría que hoy también hay buenas noticias.