MARISOL BALADO ESQUILIANO

 

En plena Fase II de la contingencia epidémica por el COVID19 el Gobernador del Estado hizo un enérgico llamado a la población quintanarroense de QUÉDATE EN CASA con el consiguiente anuncio de aplicar las sanciones correspondientes. Muchas consultas se hicieron sobre la legalidad de la medida y aunque dicho comunicado es violatorio de los artículos 1º, 5º, 11º y 29 de la Constitución Federal, vale pena detenerse a pensar, en situaciones como la que estamos pasando, qué derechos deben prevalecer; los derechos que consagra la carta magna o la protección de la comunidad…Difícil decisión.

Tuvimos el ejemplo claro en las medidas que tomaron para afrontar la epidemia dos países con sistemas políticos opuestos: por un lado China que en solo 3 meses pudo controlar la crisis aplicando un fuerte dispositivo de control y aislamiento, primero de Wuhan con el cierre de accesos a la región, severas medidas de aislamiento social y la construcción en 10 días de un hospital con capacidad para albergar a mil pacientes. El control y rectoría del Estado fueron evidentes.

Por otro lado vimos en Europa el tratamiento que se le dio a la crisis en Italia y España, donde sus gobiernos hicieron llamados a la conciencia de sus habitantes para quedarse en casa al suspender actividades no esenciales, los italianos primero y casi al mismo tiempo los españoles, pensaron que eran días de asueto y no dimensionaron la gravedad de la epidemia; de los dramáticos resultados que aún están padeciendo les dimos seguimiento diario en gran parte del mundo.

Los ciudadanos de los países democráticos son proclives a pensar que el Gobierno oculta parte de la verdad y no toman muy en serio sus recomendaciones porque existe desconfianza de los datos sobre todo cuando hay contradicciones entre los distintos niveles de Gobierno con independencia de que las libertades democráticas son asumidas por muchas personas como licencia para pasar por encima de los derechos de los demás. De esa inconciencia tenemos ejemplos todos los días.

LA RUEDA DE LA FORTUNA

La contradicción entre las acciones y los dichos del Presidente de la República con la terca realidad como esa pretendida autoconfianza en que “ya domamos al COVID19” y que “ya aplanamos la curva” cuando los testimonios de los médicos en las regiones más afectadas a diario piden auxilio ante la falta de insumos; la desaseada conducción de la economía del país, la falta de apoyo al enorme sector de las micro, pequeñas y medianas empresas que enfrentan una grave crisis en plena contingencia, el anuncio unipersonal del descuento del 25% del salario así como todo el aguinaldo a los altos niveles de la burocracia federal, empiezan a hacer mella en el respaldo a la figura presidencial y eso marcará ruta del cambio de color en la próxima legislatura federal.

Aquí le dejo mi correo por si tiene algún comentario que leeré con atención marisolbaladoes@gmail.com

Sonría que hoy también hay buenas noticias.