COLUMNA

Amador Gutiérrez Guigui

Ser testigo de siete trepidantes históricos juegos de béisbol, fue parte de lo que vivimos los últimos nueve días en la Serie Mundial 2019, quedará para la memoria del béisbol por siempre, debido a la historia de película que se dio con el primer gallardete para los Nacionales de Washington, quienes ganaron sus cuatro juegos de este compromiso como visitantes en la casa de los Astros de Houston, en el Minute Maid Park.

Nunca había pasado en un Clásico de Otoño que los locales no ganaran un solo partido, pero ahora el destino tenía previsto algo inédito y que además haya permitido ver en tan solo tres años a dos franquicias estrenarse como campeonas en las Grandes Ligas, justamente con Houston en el 2017 y ahora Washington.

En mayo, cuando ya habían transcurrido dos meses de temporada en Las Vegas, los Nacionales estaban 600 a uno en las apuestas, toda vez que se encontraban 12 juegos por debajo del .500 de porcentaje; además de que parecía notarse la ausencia de Bryce Harper que salió del equipo mediante la agencia libre.

Pero a partir de junio el manager Dave Martínez les cambió el chip a sus jugadores, al acomodar de forma brillante a sus excelentes abridores y con solo dos relevistas confiables, fue llevando el barco a un destino inesperado.

Quienes hemos estados inmersos en el béisbol sabemos que un buen grupo siempre será algo positivo para obtener buenos resultados y en el caso de los Nacionales quedó más que comprobado, al hacer que las cosas sucedieran pese a llegar de regreso a Houston con la soga al cuello y para la mayoría de los expertos con nulas posibilidades de forzar a un séptimo juego.

Sin embargo lo lograron y pese a entrar en el último tercio de la contienda con un solo hit conectado, además de ir abajo en el score, lograron sublimarse para hacer seis carreras en los últimos tres episodios, ante la desesperación de los aficionados texanos, hasta caer el anhelado out 27, dándole al béisbol de la capital de los Estados Unidos desde hace 95 años y primero como Nacionales, franquicia que nació en el 2005.

Peloteros como Ryan Zimmerman, toda su vida con los Nats; la valía de Anthony Rendón; la capacidad del muy joven Juan Soto; el pundonor del veterano Howie Kendrick y la brillantez de brazos como los de Max Scherzer, Stephen Strasburg (JMV) y Patrick Corbin, quedan ya enmarcados para la posteridad de los Nacionales, franquicia que antes de la expansión eran los Expos de Montreal.

Y como guión de película, avanzaron como comodín, terminaron con nueve triunfos al hilo la campaña regular, eliminaron en su propio patio a los súper favoritos Dodgers de Los Ángeles, después barrieron en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional a Cardenales de San Luis, antes de la gran hazaña contra los Astros de Houston en la Serie Mundial.

Ahora viene el momento de buscar armar un equipo aún más competente, buscando seguir encumbrando a esta joven franquicia, enhorabuena a los Nacionales de Washington.

Por si no lo sabías te platico que dos beisbolistas mexicanos por ley fueron campeones del mundo, y me refiero al pitcher Javy Guerra con orígenes de padres Coahuila, y el bateador Anthony Rendon con orígenes paternos en Tzintzuntzan, Michoacán.

Ha caído el telón del mejor béisbol del mundo.

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