MARISOL BALADO ESQUILIANO

 

Lisandro se había ido a vivir con María José cuando apenas estaba por terminar la licenciatura, tuvo que apurarse ya que venía un bebé en camino; por fortuna María José era muy trabajadora y desde muy joven tuvo que aprender un oficio para ganarse la vida cuando sus papás le dijeron a los 16 años que tendría que mantenerse sola.

Decidieron irse a vivir juntos y tener al bebé, no hubo chance de escoger, los dos tendrían que trabajar para rentar una casa y desde cero iniciar su aventura juntos con los llantos del bebé recién nacido, las carreras para la guardería o convencer a su mamá para que se lo cuidara si tenía gripa o una calentura crecedera según dicen las abuelas, de esas que vienen sin motivo y se van sin razón; la nube rosa se mantuvo 10 años en los que María José puso su negocio propio en el que ganaba buen dinero incluso más que Lisandro aunque éste tenía un buen trabajo.

Con la hipoteca para casa propia y el crédito para el carro llegó otro bebé; así que lo primero siempre fue el ingreso económico, después la convivencia y educación de los niños las que se traducían en comer en restaurantes los fines de semana, juguetes nuevos cada que iban al supermercado, psicólogo para el hijo mayor de apenas nueve años, quien ya había desfilado por cinco escuelas privadas y en ninguna podía evitase que le hicieran bullying; al otro hijo de cinco años le habían diagnosticado síndrome de atención dispersa.

Cuando Lisandro se quedaba con los niños mientras María José atendía el negocio no podían faltar la tableta y dos teléfonos celulares, así cada quien se conectaba con su mundo pero la alegría irrumpía en sus vidas y su felicidad era completa cuando María José llegaba con su celular en mano para comunicarse con sus amigas y clientas vía Facebook.

PARADOJA: Las razones para tener hijos en este tiempo ya nadie las sabe, lo que sí es claro es que las “bendiciones” hacen felices a los abuelos quienes dicen duro y quedito que ya no están para educar, que ellos están para consentir y ahí tenemos en formación a una generación con padres presenciales con poca comunicación, jóvenes que en seis años serán producto de la falta de mano firme en la conducción de su educación, una generación con la cultura del mínimo esfuerzo, sin respeto a sus mayores y un Estado cada vez más permisivo y lejano de su responsabilidad de fomentar los valores, la cultura, el respeto a los derechos humanos y por supuesto respeto a la autoridad.

LA RUEDA DE LA FORTUNA: En días pasados el Titular de la UIF, Santiago Nieto informó que se investiga el manejo en SEDESOL de 1323 millones de pesos aplicados en 2018, a ver si no resulta con un daño colateral la adelantada carrera de la senadora multicolor por Q Roo quien afianzó su candidatura gracias a las redes de apoyo que construyó siendo delegada de esa secretaría en Quintana Roo.

Aquí les dejo mi correo para algún comentario que leeré con atención marisolbaladoes@gmail.com

Sonría, que hoy también hay buenas noticias!!!