Se les ve deambular por el perímetro de las supermanzanas 23, 24, 26, 27 y 28, paulatinamente invadidas por establecimientos de diversos rubros que ostentan banderas de Cuba, hoy conocido como “la pequeña Habana” y convertido en un foco rojo de la ciudad

IXCHEL CUAUHTLI

CANCÚN.- Hace sólo unos cuantos años, la supermanzana 23 de Cancún era una de las colonias más anheladas para residir en familia, por poseer mucha vegetación, grandes andadores, escuelas y zonas comerciales en los alrededores, ser céntrica y segura.

Quién diría que con el pasar del tiempo la zona sufriría un giro de 180 grados, para convertirse en uno de los lugares más inseguros de la ciudad, hoy conocido como “La Habana chica” o “la pequeña Habana”, donde radica un gran número de personas cubanas, lo lamentable es que sus mismos connacionales afirman que muchas de ellas son la peor gente de su país.

El tráfico de personas, lavado de dinero, secuestros, narcomenudeo, suplantación de identidad, mulas, asaltos y diversos crímenes, hoy son encabezados por la mafia cubana en Quintana Roo. Se sabe que la actividad criminal en el país es liderada por los grandes carteles mexicanos; sin embargo, existe una gran participación de grupos extranjeros.

Según un análisis de la organización Insight Crime, fundación dedicada al análisis de la criminalidad en Latinoamérica y el Caribe, las bandas criminales de cubanos se han establecido en Cancún y Playa del Carmen, quienes hacen a sus mismos compatriotas blancos de robos, estafas y secuestros, por los cuales piden rescate a sus familias en Estados Unidos.

Se dispara migración de cubanos

Cabe señalar que en los últimos años, la migración de cubanos en México se disparó: conforme a datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en el 2018 esa institución recibió 214 solicitudes, el año pasado cerró con una cifra de 8 mil 677, de los cuales 169 fueron reconocidos como refugiados.

En diversas entrevistas con integrantes de las comunidades de médicos, intelectuales y artistas cubanos radicados en Cancún –quienes solicitaron a El Despertador de Quintana Roo mantener el anonimato–, afirmaron que ellos también están muy preocupados por lo que sucede en Quintana Roo y el país. Explicaron que existen principalmente dos tipos de cubanos radicando en Cancún: el que llega directamente de la isla y aquellos que hicieron toda su vida en Miami pero que fueron exiliados de Estados Unidos desde la presidencia de Barack Obama.

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Aseveraron que para ellos resulta imposible pensar que hoy haya connacionales que dañen el país que les abrió las puertas y los brazos junto con sus familias, y que con sus acciones se vea manchado el orgullo cubano, andando “por el camino de la izquierda”, que es el de las trampas.

El otro tema que destacan es que en La Habana nunca se habla de mafias –“eso no existe”, dijo uno de los entrevistados–, a lo que se suma que la población en Cuba lo que menos desea es ir a la cárcel, ya que “si es difícil sobrevivir en la isla como persona libre, en presidio es terrible” y difícilmente tienen comida, por lo que consideraron que quienes ahora están involucrados en las mafias son los exiliados de Estados Unidos de América o tal vez gente de La Habana, pero sin estudios ni capacidades para laborar o incluso “con algún trastorno de personalidad”.

Asimismo, aconsejaron a las autoridades de Migración en México que investiguen el historial de las personas que solicitan su ingreso, que les pregunten qué van aportarle al país, si son proactivos, a que se dedican y si en verdad su intención es buscar empleo, “y si no es así hay que colocarles una ficha roja, para que ya no entren a México”.

El centro de Cancún, tomado

Como asociación saben que varios de esos cubanos que “andan por la izquierda” están radicando en el centro de Cancún, desde el mercado 23, hasta el 28, tan es así que se les puede observar en pequeños grupos, deambulando por las avenidas Tulum, Yaxchilán, Uxmal y Sunyaxchén, zonas que paulatinamente se han convertido un foco rojo para la ciudad.

Desde muy temprano cualquier persona puede caminar a lo largo de las supermanzanas 23, 24, 26, 27 y 28 y comprobar la existencia de varios locales con banderas cubanas en sus puertas, que van desde hoteles, hostales, cafeterías, restaurantes, tiendas de mercancía variada, hasta el que ocupa la cajuela de su automóvil para vender artículos diversos. Lo que resulta extraño es que muchas de esas tiendas prohíben el acceso a los mexicanos, y si por error entra alguno le piden que salga del lugar, además de detectar grupos de cubanos caminando por las calles –inconfundibles por su acento– o bien en motos dando vueltas, lo cual resulta incómodo.

En lo que respecta a la gente pionera de Cancún, que desde los años 70 llegó a vivir en esas supermanzanas, hoy afirman que les da miedo salir de sus domicilios, porque cuando lo hacen se vuelven víctimas de robo a casa habitación. Hay también quienes afirman que no pueden ni dormir, porque toda la noche escuchan cómo “están encintando cosas de paquetería” o bien de madrugada llegan camionetas a descargar o a llevarse cosas. Han observado también cómo matan gallinas negras, y hasta alguno dijo haber recibido amenazas por parte de su vecinos cubanos de “hacerle brujería”, por lo que muchos que tienen recursos económicos para rentar o comprar otra casa en otra parte de la ciudad, han optado por hacerlo, porque el rumbo ya dejó de ser ese lugar seguro y agradable para vivir que fue antaño.

Cabe destacar que InSight Crime cita en sus estudios que los cubanos encabezan las listas de criminales extranjeros en Quintana Roo. De acuerdo a datos también otorgados por el secretario de Seguridad Pública en la entidad, Alberto Capella Ibarra, muchos de ellos están integrados en bandas criminales que siguen en aumento y que se ven involucradas en actividades de tráfico de personas, lavado de dinero y narcomenudeo.

En la actualidad Cuba ocupa el tercer lugar de grupos extranjeros que solicitan su ingreso a México, superando incluso a los migrantes de varios países centroamericanos que han ingresado en caravanas, además de elevarse las peticiones de asilo, superando a las personas provenientes de África haciendo la misma petición.

Tan sólo durante el año pasado, en el periodo de enero a mayo, el Instituto Nacional de Migración (INM) registró la entrada de cuatro mil 225 cubanos, cuando en el mismo periodo del 2018 únicamente fueron 135; es decir, se elevó la cifra 30 veces más en un solo año. En cuanto al primer mes del presente año aún no se cuenta con registros de las instituciones federales y estatales. Asimismo, se solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública en el municipio la información sobre base de datos de delincuencia de los grupos extranjeros en lo que va del año, aunque no contaban con los datos a la mano; sin embargo, en lo que van del año ya se han registrado varias notas informativas de cubanos envueltos en casos de posesión de armas de fuego, droga, entre otros delitos.