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MELBOURNE.- Un equipo multidisciplinar de investigadores ha diseñado un tipo de piel artificial electrónica capaz de reaccionar al dolor como la piel humana, lo que ayudará a desarrollar mejores prótesis, robótica más inteligente y alternativas no invasivas a los injertos.

Desarrollado por un equipo de la Universidad RMIT en Melbourne, Australia, el prototipo es capaz de replicar electrónicamente la forma en que la piel humana siente el dolor, ya que imita la respuesta (o feedback) casi instantánea del cuerpo y puede reaccionar a las sensaciones dolorosas con la misma velocidad que las señales nerviosas que viajan (e informan) al cerebro.

El prototipo, publicado en la revista Advanced Intelligent Systems, supone “un avance significativo hacia la próxima generación de tecnologías biomédicas y robótica inteligente”, asegura Madhu Bhaskaran, investigador principal del estudio y jefe del grupo de Materiales Funcionales y Microsistemas de RMIT.

El equipo de investigadores también ha desarrollado dispositivos equipados con electrónica “estirable”, capaz de detectar y responder a cambios de temperatura y presión, un avance que en el futuro podría ser una opción para los injertos de piel no invasivos.

“Hará falta un mayor desarrollo para integrar esta tecnología en las aplicaciones biomédicas, pero los fundamentos, biocompatibilidad y estiramiento similar a la piel, ya están ahí”, sostiene Bhaskaran.