SPRINGFIELD.- Investigadores de la  Northwestern University (Illinois) han diseñado un microchip que mide los niveles de contaminación y la propagación de enfermedades que se transmiten por el aire. El diminuto dispositivo, que tiene un tamaño similar al de un grano de arena, se transporta por el aire gracias al empuje del viento. Esto quiere decir no consta de un motor integrado. De hecho, los desarrolladores se inspiraron en las semillas de hélice de caída libre del arce. De este modo, el viento esparce los microchips a lugares circundantes y recopila información sobre el entorno.