• Las advertencias de que se ejercerá mano dura contra quienes incumplan las medidas preventivas contra el COVID se quedan sólo en eso, pues las transgresiones persisten como si nada, a vista y paciencia de las distintas autoridades
  • Quintana Roo, único estado en semáforo naranja con riesgo de regresar al ROJO, lo que daría al traste con el proceso electoral, el turismo, la recuperación económica y los empleos, dado el confinamiento obligado que marcaría el protocolo

 

SALVADOR CANTO

CANCÚN.- A pesar de la amenaza de regresar al semáforo estatal de riesgo epidemiológico de color rojo por una evidente alza de contagios de COVID-19, Cancún se ha convertido en una zona de tolerancias en donde por un lado se mantiene una advertencia constante de las autoridades, pero por otro permiten que bares, discotecas, tianguis, el transporte público, plazas comerciales e incluso las playas registren aglomeraciones de cientos de personas todos los días sin que existan acciones concretas y sanciones ejemplares que ayuden a disminuir los riesgos de propagación del coronavirus.

 

A ello se suma que los fines de semana proliferan las fiestas clandestinas en distintos puntos de la ciudad, promovidas con descaro a través de las redes sociales, aunado a que la venta de bebidas alcohólicas permanece imparable e impune hasta fuera de los horarios autorizados.

Encima, en el colmo de las contradicciones, durante los tres días de la jornada de vacunación para adultos de 50 a 59 años realizada la semana pasada, el denominador común en las cinco sedes establecidas en la ciudad fueron las multitudes aglomeradas durante varias horas –en vano, por la falta de dosis suficientes–, sin respeto por la sana distancia, debido a la desorganización de las autoridades encargadas, rebasadas por el descontento ciudadano e incapaces de resolver el desorden que ellas mismas promovieron.

Tampoco los candidatos de los distintos partidos y alianzas que se encuentran en actividades de proselitismo se han preocupado por respetar las medidas de prevención, ni entre sus propios equipos de campaña ni con la ciudadanía cuyo voto quieren conquistar, haciendo prevalecer su interés por ocupar un cargo público por encima del bienestar colectivo, lo cual es exhibido cotidianamente sin pudor por ellos mismos en las fotografías que remiten en sus boletines de prensa, sin que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) cumpla con la vigilancia estricta y mano dura que, aseguró, ejercería para impedir y sancionar las transgresiones.

De acuerdo con el informe técnico de la Secretaría de Salud Federal publicado en el sitio web de dicha dependencia, la Ciudad de México es el estado con mayor número de casos activos (3,000), seguida del Estado de México, Quintana Roo y Tabasco (más de 1,000); entre las cuatro entidades que son las que hoy tienen una curva ascendente, se concentra el 47% de los casos activos del país.

Quintana Roo es, de hecho, el único estado del país que permanece en color naranja en el semáforo epidemiológico nacional.

A nivel estatal, por tercera semana consecutiva del lunes 24 al domingo 30 de mayo de 2021, el semáforo epidemiológico se mantendrá de color naranja en todo Quintana Roo, incluso, casi en la “línea” del rojo; y nuevamente en su mensaje, el gobernador Carlos Joaquín González se volvió a mostrar enfático e incluso molesto porque la curva de contagios sigue a la alza, principalmente en el municipio de Benito Juárez.

Sin embargo, solamente se limitó a advertir de que se tomarán medidas “drásticas” para frenar el crecimiento de los contagios, pero en la realidad las condiciones no cambian y la propagación del virus continúa porque las combis de TTE, Maya Caribe, así como los autobuses del transporte Urbano Autocar y Turicun no respetan el cupo autorizado, operan atiborrados tanto por las mañanas como en las noches que son la hora entrada y la salida del trabajo de la gente.

No obstante que en los tianguis existen “filtros sanitarios”, su instalación no es en todos los puntos de acceso y eso permite que más del 80% por ciento de las personas que los visitan ingresen sin ser inspeccionados, y lo mismo ocurre con los propios vendedores que de alguna manera tienen que acudir a trabajar, pues esa es su única fuente de ingresos.

En este contexto, hoy Quintana Roo se encuentra en riesgo de estar otra vez en una nueva crisis económica y de empleo a consecuencia del incremento de los contagios por COVID-19, pero las autoridades no pasan de las advertencias y regaños, pues no hay sanciones ni para negocios ni para las personas que incumplen con las medidas sanitarias básicas, que son el uso obligatorio del cubrebocas, el lavado constante de manos, así como no acudir a lugares concurridos, ni mucho menos organizar fiestas o reuniones.

De acuerdo con la Mesa de Seguridad y Justicia para Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes (MSJMNNA) de Quintana Roo, las fiestas clandestinas en las que centenares de jóvenes participan, al igual que las fiestas que los padres de familia les permiten realizar en sus propios domicilios, representan un riesgo cuyas implicaciones se deben evaluar con objetividad.

Sin embargo, dicha agrupación omite mencionar que eso mismo ocurre con los centros botaneros y restaurantes, en donde la aglomeración de personas es alta, incluso con la proliferación de bares clandestinos que se han multiplicado en la zona norponiente de la ciudad de Cancún que operan al margen de la ley.

Miembros del Colegio de Abogados Postulantes de Cancún destacan que omitir o simular que se cumplen las medidas es una irresponsabilidad, tanto de las autoridades como de la misma ciudadanía.

“Las autoridades deben de hacer valer las leyes y reglamentos, para eso están, y por el contrario se observa que son complacientes, sólo emiten mensajes y advertencias pero no hacen nada porque no quieren cargar con el costo político en pleno proceso electoral, aunque esto sea contraproducente con el tema de salud, y lo estamos viendo con el aumento de los contagios”, comentó uno de los abogados consultados por El Despertador de Quintana Roo.

Para el abogado, el tema de la aplicación de las vacunas ha sido una situación más que complicada y mal planeada por parte de las autoridades federales, y eso es incluso uno de los puntos negativos que han propiciado, al menos en Quintana Roo, un aumento sustancial de contagios.

Por ejemplo, dijo que a estas alturas de nada sirve que vacunen a los maestros porque las clases presenciales todavía no tienen fecha de reinicio y además, “ellos –los maestros– han estado guardados en sus casas y no representan el motor de la economía, como sí lo son los trabajadores del sector turístico, que son los que están en riesgo permanente por el trato a los turistas y además, de enfermarse, no sólo se ponen en peligro ellos, sino también sus familiares y amigos”.

 

BJ, el municipio de mayores contagios

En el más reciente informe del gobernador del estado, Carlos Manuel Joaquín González, del pasado jueves, se estableció que Benito Juárez es el municipio que mayor atención debe tener, al registrarse un aumento del 45% en los contagios por COVID-19, a razón de 80 casos por día.

Pese a ello, el mandatario nuevamente planteó que esta curva ascendente en los contagios que hace que del lunes 24 al domingo 30 de mayo se mantenga por tercera semana el color naranja dentro del semáforo epidemiológico “nos obliga a ser más comprometidos y tener mayor responsabilidad en el uso de los hábitos y protocolos de prevención en los negocios y comercios del Estado (sic)”.

Con ello, propuso no asistir a lugares con aglomeración y que haya respeto por el aforo de los negocios, y aunque habló de sanciones a quien no cumpla, no explicó si esto va también para la ciudadanía que no use el cubrebocas y para los negocios que se pasen por alto estas recomendaciones.

 

Semáforo rojo afectaría el proceso electoral

Es evidente que se está en la “línea” de declararse el color rojo porque el número de contagios y fallecimientos así lo consideran, a estas alturas es casi un hecho que no se llegará a esa declaratoria, en virtud de que eso implicaría nuevamente el cierre de hoteles, negocios, pérdidas de empleo y un confinamiento más que obligaría al gobierno a implementar otro programa de apoyo alimentario que entorpecería incluso el actual proceso electoral.

Remarcó que debe quedar claro que la vieja normalidad ya no existe, pues “no es posible vivir como se vivía antes de este virus, la reactivación económica con el uso de las medidas que todos ya hemos escuchado, no es opcional, son medidas obligatorias y esto se tiene que entender, pues se puede engañar a la autoridad, pero no se puede engañar al virus”.

 

 

Puntos de riesgo operan tolerados y sin control

En medio de este evidente incremento en los contagios e incluso de fallecimientos por COVID-19 y las advertencias del gobierno del Estado para aplicar medidas “drásticas”, es más que evidente que las verdaderas zonas de riesgo operan toleradas y sin control alguno.

 

El Aeropuerto

El Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), jamás ha dejado de operar y aunque el año pasado mantuvo cerradas dos terminales, en la actualidad ya opera en completa normalidad con reportes diarios de poco más de 350 vuelos, y muchos de ellos provienen de ciudades o países en donde los contagios por COVID-19 son altos.

Trabajadores de las diversas áreas que no han sido vacunados se han contagiado de COVID-19 al tener contacto directo con los miles de turistas que se movilizan en las terminales, y estas personas ponen en riesgo no sólo su salud, sino también la de familiares y amigos con los que conviven diariamente.

Rosy Madrigal, quien labora en una de las tiendas de conveniencia del AIC, se comenzó a sentir mal la primera semana de mayo y al entrar la segunda semana se hizo la prueba, en donde resultó positiva por coronavirus; en breve plática con El Despertador de Quintana Roo comentó que en la empresa donde labora, por lo menos 20 compañeros que tienen trato directo con turistas se han enfermado; “el virus está en las tiendas y los directivos lo saben, pero no hacen nada al respecto”.

El caso es que ella no sólo puso en riesgo su salud, sino también arriesgó a familiares a quienes visita cada vez que descansa, y esa es apenas una de las cadenas de propagación del coronavirus en la ciudad de Cancún, porque también usa el transporte público y el de personal.

 

Terminales portuarias

Lo mismo pasa en las terminales portuarias como Ultramar, en donde los barcos, al menos los de Puerto Juárez a Isla Mujeres y viceversa, cruzan llenos sin cumplir con las medidas sanitarias.

Otro de los puntos de alto contagio que operan tolerados y protegidos por las autoridades  es el transporte público de la ciudad, en donde las autoridades de Movilidad han establecido una especie de operativos para evitar que las combis rebasen el número de personas permitidas, pero todo resulta una simulación porque tanto por las mañanas como por las noches, dichas unidades circulan repletas de personas que, a sabiendas de los riesgos que corren, se suben porque lo único que quieren es o llegar a su trabajo o a su casa, tras concluir su jornada laboral.

 

Los tianguis

De igual manera está el tema de los tianguis que reúnen a miles de personas semanalmente, que se encuentran entre los puntos de alto contagio, pues aunque las organizaciones de tianguistas han establecido puntos de sanitización y promueven que cada comerciante tenga a la mano agua con jabón para la gente, no todos los que llegan a los mercados sobre ruedas cumplen y esa situación hace que el riesgo de contagio sea más latente.

Sin embargo, el líder de los tianguistas, Melitón Ortega García, enfatizó que pese al alto índice de contagios no detendrán sus labores, pues consideró que quienes no están haciendo su trabajo son las propias autoridades, ya que no se ve en las calles a las patrullas exhortando a la población a cumplir con las medidas de prevención. “Nosotros sí estamos cumpliendo, las autoridades no”, insistió.

 

Empresarios exigen más acciones en transporte

De acuerdo con Alex Zozaya, presidente de Apple Leisure Group (ALG), las autoridades están obligadas no sólo a implementar, sino a velar porque que se cumplan todos y cada uno de los protocolos anticovid en el transporte público y marítimo de Quintana Roo.

“De nada sirven las burbujas que se hacen en los hoteles, si no se respetan las medidas de seguridad sanitarias en los medios de transporte”, comentó el empresario.

Dijo que es importante conservar la seguridad sanitaria de los destinos turísticos, pues no sirve de nada que se instalen burbujas en los hoteles y se hagan pruebas rápidas a los empleados, a los turistas y todo con costo hacia el hotel, pues a la hora de salir de sus trabajos y que la gente se traslade a sus domicilios en el transporte público no hay estos cuidados y es ahí en donde se contagian.

Los empresarios exigen sanciones para las empresas que no cumplan con los protocolos sanitarios y los aforos que corresponden al semáforo epidemiológico.

El Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE) liderado por Iván Ferrat, exigió por su parte mayores controles en los aforos y en especial en las fiestas clandestinas de Tulum, a donde llegan turistas vacunados y descuidan las medidas sanitarias.

 

 

Centros botaneros, discotecas y cantinas de alto contagio

Otro de los mayores puntos de contagio que no son frenados por las autoridades, que toleran su operación bajo condiciones de riesgo, son los centros botaneros, cantinas y discotecas, así como los numerosos bares clandestinos que se han multiplicado en distintos puntos de la ciudad.

No obstante que en algunos de ellos al ingresar les toman la temperatura y obligan al uso de gel antibacterial a los clientes, una vez adentro hasta el cubrebocas se retiran y todo se convierte en una completa zona de alto contagio.

Varias personas bailan en la discoteca Congo de Cancún (Quintana Roo), el 1 de abril de 2021. La ciudad se ha vuelto un destino turístico para la fiesta durante Semana Santa por la relajación de las medidas de seguridad pese a la pandemia de covid-19.

Todo esto, bajo la más completa irresponsabilidad de quienes operan dichos negocios, con la complicidad de las propias autoridades, que también permiten que se hagan fiestas clandestinas cualquier día de la semana.

En redes sociales por ejemplo, se promueven fiestas privadas en donde se oferta consumo de alcohol y “diversión garantizada”.

Mediante diversos grupos de Facebook, abundan los usuarios que lanzan invitaciones de manera constante para asistir a fiestas que se organizan en casas de fraccionamientos como Paseos del Mar, Prado Norte, e incluso en la zona del Polígono Sur, mucho más privadas y hasta con acceso a albercas.

Para los organizadores y participantes, el peligro a los contagios de COVID-19 queda relegado a segundo término, pues afirman que el único requisito es que lleven cubrebocas y que paguen su acceso, que varía dependiendo del lugar y el día, y que van desde los 100 hasta los 400 pesos con derecho a cervezas y diversos tipos de alcohol.

Aunque no es algo novedoso, pues las fiestas clandestinas se realizan desde hace varios años en la ciudad y bajo estas mismas “invitaciones” en redes sociales, lo que ahora destaca es que continúan celebrándose en medio de una pandemia, pues los jóvenes miran esta oportunidad para hacer negocios, sin importar los peligros que enfrenten.

 

 

‘Mochadas’

Uno de los organizadores de este tipo de eventos que dijo llamarse Crisanto, comentó que aunque en algunas ocasiones han llegado patrullas en medio de la fiesta, no proceden porque “les damos su mochada y nos dejan seguir”.

De hecho, platicó que parte del éxito de estas reuniones recae en el anonimato, pues se planean y se publican en un post, principalmente en redes sociales como Instagram, Facebook y WhatsApp, incluso por medio de historias que tienen duración de un día y que se pueden administrar fácilmente para indicar quiénes pueden ver o no el anuncio.

Pero a estas fiestas clandestinas también se suman las operaciones de bares ilegales disfrazados como marisquerías, pero en cuyo interior, en muchos casos hay shows de mujeres desnudistas.

Con todo esto, el mayor peligro es que en estos lugares no se siguen las medidas de seguridad contra el coronavirus, lo que los convierte en puntos ideales para propiciar un rebrote.

 

 

Mesa de Seguridad hace llamado

En un comunicado, la Mesa de Seguridad y Justicia para Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes (MSJMNNA) de Quintana Roo planteó que ante la gravedad de la problemática generada por la pandemia de COVID-19 a nivel estatal, nacional y mundial, las medidas de prevención para garantizar la salud de los ciudadanos en casa, en la calle, en sus centros laborales y en todo lugar público o privado, se debe mantener de manera estricta a fin de evitar que la situación sea nuevamente devastadora.

“Esta es una tarea de todos, ciudadanía y gobierno, nadie tiene que ver con colores, partidos o intereses particulares, este es el momento del interés común, es el momento de cuidar a nuestros niños, niñas, adolescentes y de cuidarnos entre adultos que finalmente somos quienes tenemos a cargo a los más jóvenes”, se explicó en el escrito.

Se añadió que las recientes noticias, cada vez más numerosas sobre fiestas infantiles, reuniones familiares y fiestas clandestinas en Quintana Roo, todas igual de riesgosas en función de los contagios que pueden generar, representan actos de irresponsabilidad hacia las cuales “la Mesa de Seguridad y Justicia para Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes, desea atraer la atención (de ciudadanos y autoridades), para hacer una reflexión profunda que motiven cambio de actitud que permita disminuir la cifra de contagios que hoy afecta a la entidad”. Sostienen que desobedecer, implica dar a los jóvenes una señal clara de que ni la ley y la salud de los demás importan.

Finalmente, reconocen que el gobierno estatal ha informado que estamos muy cerca de regresar al semáforo rojo, pero cuestionan: ¿es eso en realidad lo que queremos, cerrar negocios, detener la movilidad e ir nuevamente a confinamiento?, por eso “evitemos a toda costa las fiestas, ya habrá un momento para celebrar la vida, pero primero hay que cuidarla”.

 

 

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Las cinco medidas implementadas por el gobierno del Estado, pero que no se cumplen al 100% ni por las autoridades ni por los propios ciudadanos de BJ

1.- La supervisión de horarios y aforo será estricta y apegada al semáforo, de incumplirse habrá cierres, suspensiones y clausuras.

2.- Eventos como competencias, ferias, expos, congresos, exhibiciones, tendrán que generarse en el contexto de burbujas sanitarias en el que se debe respetar aforo, todo el que ingrese deberá mostrar una prueba de antígeno negativa, de antigüedad no mayor a 48 horas y una vez que se ingrese a la burbuja, no se podrá salir hasta concluido el evento.

3.- Habrá cierres de calles, se restringirá la movilidad en las principales avenidas, se sugiere que estén atentos a los mensajes oficiales para información en este tema.

4.- El transporte público y privado será también monitoreado y ningún vehículo, podrá superar el número de pasajeros permitido en el color naranja.

5.- Las reuniones sociales que son masivas serán sancionadas, no podemos arriesgarnos a convivencias que incumplen las medidas de sana distancia y ponen en riesgo a toda la población por el esparcimiento de unos cuantos.

 

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Municipio reconoce zonas de riesgo

  • El gobierno municipal reconoce que hay cuatro zonas en Cancún, las supermanzanas 94, 100 y 220 y el fraccionamiento Villas del Mar, que tienen alto índice de contagios de COVID-19 y existe un gran riesgo de retroceder hacia el color rojo, lo cual perjudicará a todos.

 

  • Pese a que anunciaron que por parte de diferentes dependencias se les ha hecho llegar un exhorto a comercios como restaurantes y otros para que redoblen los protocolos preventivos y respeten los aforos, esto no se ha cumplido y todos estos negocios han hecho caso omiso.

 

  • Afirman que han exhortado al uso de cubrebocas y gel antibacterial, así como a respetar los cupos establecidos en transporte público marcados en el semáforo vigente, ya que en este último caso hay operativos de Transporte y Vialidad. Pero en la realidad, ningún transportista ha cumplido.

 

  • El epidemiólogo de la Secretaría Estatal de Salud, Tomás Contreras Castillo, reconoce que el no tener atención médica de primer nivel en la zona norponiente de la ciudad de Cancún –en donde al menos ocho colonias concentran el mayor índice de contagios por coronavirus– genera un completo desbalance para contener el aumento de las infecciones por COVID-19 en Benito Juárez.