REDACCIÓN

VIENA.- Un grupo de científicos de la Academia de Ciencias de Austria ha logrado desarrollar un corazón del tamaño de una semilla de sésamo en un laboratorio sin usar para ello materiales artificiales.

Es la primera vez que logran hacer crecer de manera espontánea un órgano en miniatura que se asemeja al corazón humano. Los intentos anteriores de un corazón se han construido con molde o una matriz para que las células se ensamblen alrededor de este.

La diferencia y lo que destaca este nuevo estudio es que el desarrollo de los cardioides —unos organoides cardíacos— se llevó a cabo sin ayuda de estos moldes y con un paquete de células madres humanas que se autorganizaron para formar los tejidos de un corazón.

Tras solo una semana de crecimiento, los investigadores notaron que su masa de células había formado una estructura 3D que podía latir rítmicamente, exprimiendo líquido dentro y fuera de su cavidad, lo que es similar a la cámara que existe en el corazón humano.

El corazón humano es el primer órgano que se forma en un embrión y es particularmente complejo. Es por esto que los científicos no entienden del todo cómo desarrolla todas sus características.

Con este experimento y gracias a la capacidad que tienen las células de autorganizarse de forma espontánea y reproducir el ensamblaje de tejidos, los científicos pueden observar las fases tempranas del crecimiento del corazón. Esto también ayudaría al tratamiento de enfermedades cardiacas.