AGENCIAS

WASHINGTON.- Fueron decenas los muertos y localidades enteras del centro y sur de Estados Unidos devastadas el fin de semana a consecuencia de una serie de tornados que azotaron Kentucky, Illinois, Arkansas, Tennessee y Misuri, y que mantenían a los equipos de rescate removiendo escombros de viviendas, fábricas y recintos comunitarios en búsqueda de sobrevivientes.

Aunque hasta el momento el número de víctimas fatales es de 94, el gobierno de Kentucky declaró que, tan solo en su estado, la cifra podría llegar a superar los 100 fallecimientos una vez que terminen las labores de rescate e identificación.

“La electricidad parpadeó y luego se cortó. Podías sentir que la casa vibraba. La fuerza del viento y la lluvia era increíble; daba miedo”, contó Alex Goodman, de 31 años, habitante de Mayfield, Kentucky, “vivimos en un municipio histórico y todo nuestro patrimonio ha sido borrado. Cuatro iglesias, nuestro juzgado, nuestro banco… todo está destruido”.

Los tornados son un fenómeno meteorológico que para Estados Unidos se presenta principalmente en los estados de Kansas, Oklahoma y Texas. Aunque sea considerado común en esos territorios, el presidente Joe Biden señaló que sus efectos se agravan con la incidencia del cambio climático: “Sabemos que todo es más intenso cuando el clima está calentando, todo (…) obviamente tiene algún impacto aquí, pero no puedo darles una lectura cuantitativa sobre eso”.

La primavera de 2011 fue la temporada de tornados más mortífera en EEUU. Ese año murieron más de 580 personas, y la factura por daños se elevó a unos 21 mil millones de dólares.