Un mandato de la SCJN urge al Congreso de la Unión a concretar la muy postergada regulación de la hierba en el país, un tema complejo por la diversidad de problemáticas que conlleva, de vital resolución en Quintana Roo, una de las entidades del país con mayor consumo 

Por José Pinto Casarrubias

Ciudades de todo el mundo han marcado la pauta sobre la legalización de la mariguana y México desde hace algunos años intenta sumarse a esa lista. Ante la falta de regulación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido fallos para garantizar el derecho al empleo médico y terapéutico de la hierba, además de declarar que es inconstitucional la prohibición de su consumo con fines lúdicos, por lo que ha impuesto un mandato al Congreso de la Unión para legislar sobre el tema, sometido a un plazo que se encuentra ya en cuenta regresiva.

En el caso del uso recreativo, tras la resolución de la SCJN el Congreso tiene que modificar los artículos 237 y 248 de la Ley General de Salud que el máximo tribunal declaró inconstitucionales por considerar que violan el derecho al libre desarrollo de la personalidad, ello por la prohibición absoluta que establecen.

De no hacerlo en la última semana de octubre, que es el plazo aproximado que se dio para legislar al respecto, la Corte tendrá que resolver al respecto sobre estos artículos, advirtió el constitucionalista Juvenal Lobato Díaz, quien entrevistado por la revista Expansión Política añadió  que más allá de los plazos legales se debe empezar a discutir ya por el carácter social, debido a que en los últimos años la posición prohibicionista no ha funcionado y se han visto más problemas que soluciones, incluso en temas de seguridad.

De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Dogas, Alcohol y Tabaco de la Secretaría de Salud Federal, el consumo en personas entre los 12 y 65 años aumentó, siendo la mariguana y la cocaína las sustancias que más se usan en el país, y los estados donde más se consumen son Jalisco, Quintana Roo y Baja California.

Hay quienes piensan que para combatir la inseguridad se debería legalizar la venta y el consumo de mariguana en zonas turísticas como Cancún y Los Cabos, los dos principales destinos de México; sin embargo, los matices son abundantes, y las repercusiones que traería a nivel de salud podrían ser graves, por lo que la discusión sobre el tema se ha prolongado por años.

Recordemos que desde abril de 2017, cuando entraron en vigor diversas reformas a la Ley General de Salud, el uso medicinal de la mariguana está legalmente permitido en México pero no regulado, por lo que la Suprema Corte resolvió que la Secretaría de Salud ha vulnerado los derechos al incumplir su deber de emitir los reglamentos y la normativa correspondiente.

Los antecedentes

Fue en abril de 2016 cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto firmó y envío al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud y al Código Penal para autorizar el uso de medicamentos elaborados a base de mariguana, además de que no se considerara delito la posesión de hasta 28 gramos para uso personal.

Para noviembre de 2018, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) completó los amparos necesarios para generar jurisprudencia obligatoria a nivel nacional y que, con el amparo de un juez, la Cofepris autorice el consumo lúdico de la mariguana.

A partir de ese momento, todos los jueces del país deben aplicar este criterio y otorgar el amparo a las personas que lo soliciten, pero la jurisprudencia no supone, en ningún caso, autorización para realizar actos de comercio, suministro o cualquier otro sobre su distribución.

En noviembre del mismo año la entonces senadora por Morena y hoy secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, presentó una iniciativa que busca regular el consumo y comercio de la mariguana para uso recreativo y medicinal.

Con dicha propuesta, cada consumidor mayor de edad podría tener hasta 20 plantas de mariguana en su casa, pero producción de cannabis no debe sobrepasar los 480 gramos al año.

¿Instituto Mexicano de la Mota?

A principios de octubre de 2019, Morena presentó una iniciativa para regular el cultivo, la producción, la distribución y la venta de mariguana en el país y el coordinador del partido en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, explicó las claves de su propuesta:

Busca instituir la Ley General para el Control de Cannabis, que incluya la creación de una comisión interinstitucional que regule y una empresa del Estado que controle su comercialización, Cannsalud.

Según la iniciativa, dichas instituciones estarán a cargo de regular el cultivo, producción, distribución y venta de cannabis en todo el país, así como de llevar un control sanitario de todos los productos derivados de la mariguana que se produzca.

La comisión reguladora estaría adscrita a la Secretaría de Salud, pero también participarían la de Economía, la de Hacienda y Crédito Público, de Agricultura y Desarrollo Rural, de Bienestar y de Educación Pública.

El organismo tendría la facultad de otorgar diversos tipos de “licencias”: para cultivar, producir, distribuir y vender cannabis, así como sus derivados.

También otorgaría autorizaciones para la importación y exportación de cannabis y sus semillas; mantendría un registro de las personas que practiquen autocultivo y expediría las autorizaciones de producción distribución y transformación del producto.

De acuerdo con Delgado Carrillo, la empresa Cannsalud sería pública y propiedad del gobierno federal para realizar las compras correspondientes a quienes tengan licencia, y sería la única entidad autorizada para la venta, tanto a las franquicias autorizadas, como al menudeo.

Evidentemente, la propuesta implicaría reformar la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, con el objetivo de garantizar el “libre desarrollo de la personalidad” y responder a los problemas de comercialización ilícita del cannabis.

En cuanto al Código Penal, propone derogar el último párrafo del artículo 198 para despenalizar la siembra, cultivo y cosecha de plantas de mariguana, siempre y cuando dichas actividades se ejecuten bajo la autorización de la comisión reguladora.

Los cambios a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) buscarían establecer una cuota adicional de 2 pesos por cada gramo de cannabis vendido en los productos.

Los recursos que se generen con este impuesto, se destinarían a programas sociales en las comunidades que se hayan realizado erradicaciones de cultivo de cannabis, además crearían  más programas de prevención.

La propuesta contempla el autoconsumo sin necesidad de obtener una licencia, pero con un máximo de seis plantas, solo si es exclusivamente para consumo personal.

Mario Delgado señaló que cada municipio tendrá la capacidad de autorizar si quieren o no un punto de venta de cannabis y sus productos en la localidad.

Plantea prohibir el consumo de mariguana en cualquier espacio público, así como en lugares privados con acceso al público y desde luego que menores de edad participen en cualquier actividad relacionada con la mariguana.

Los alcances de la iniciativa presentada por Delgado son tan complejos que llevan a la confrontación en el mismo seno de Morena, cuyo coordinador en el Senado, Ricardo Monreal, mostró su rechazo a la propuesta de su correligionario, al argumentar que debe ser el libre mercado el que regule la compra-venta, más no la creación de un monopolio.

“Siempre la generación o constitución de empresas del Estado o monopolios del Estado no son tan afortunados, creo que debería de existir el libre mercado, con la regulación del Estado, pero no con el monopolio del mismo”, respondió.

Delgado defendió su propuesta y rechazó que su iniciativa signifique establecer un “narcoestado” ni imponer un monopolio cuando otras empresas pueden participar en la compra-venta de productos del cannabis, además de subrayar que la presenta a título personal y no bajo el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El pasado miércoles 9 de octubre, durante la comparecencia de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ante el Pleno de la Cámara de Diputados, la legisladora Ana Lucía Riojas Martínez obsequió un cigarro de mariguana a la funcionaria y le pidió que no olvidara su compromiso para impulsar la legalización de la mariguana, ante lo cual la secretaria simplemente sonrió y tomó el “carrujo”.

Un “mundo verde”

Hace exactamente un año entró en vigor la ley que permitía el consumo de mariguana en Canadá, y como en esa nación, hay lugares de otros 14 países donde es legal para fines recreativos o médicos:

Australia, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos (se permite su consumo en 10 estados, está despenalizado en 18 estados; la mariguana medicinal es legal en 29 estados así como su cultivo en algunos), Holanda (tolera su su consumo en lugares establecidos), India, Israel, Jamaica, México (consumo personal despenalizado; uso medicinal y científico legal, cultivo legal para uso medicinal y científico), Portugal, República Checa y Uruguay (en este último caso nunca fue ilegal su consumo pues no existió ninguna legislación al respecto y es el único país donde la mariguana tiene completo estatus legal).

Los Ángeles, California, cuenta con varias tiendas de cannabis y quienes las conocen aseguran que es como entrar en una tienda de productos Apple.

Para los consumidores de mariguana, Ámsterdam es un destino obligado y aunque la mariguana no es legal en Holanda, tampoco está prohibida y las cafeterías que la venden sin receta y sin necesidad de registro son los lugares más visitados por los turistas.

“Te sientas en un sillón y te entregan un menú en el que encontrarás hasta 30 diferentes tipos de planta y la fumas ahí mismo”, revela un consumidor.

A favor: impactos positivos

Existen muchas dudas sobre el impacto que la legalización de la mariguana tendría en otras leyes, sobre todo las de la salud, aunque dicho impacto podría ser positivo.

El exsenador Armando Ríos Peter, quien fuera también candidato independiente a la presidencia en las elecciones pasadas y tercero en lograr ganar un amparo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para hacer uso lúdico del cannabis, en su libro Derecho al cannabis enlista los retos y posibilidades que se abren si se le da el sí a la planta y a grandes rasgos explica que el impacto sería positivo sobre todo en materia de salud y economía, pues muchos pacientes podrían tener acceso a productos de cannabis para combatir diversos problemas, pero dice que en la parte económica, los agricultores podrían tener otras opciones y que se incorporen a cadenas productivas.

Detalló que de la planta del cannabis se puede extraer el cáñamo, fibras para telas, fibras para celulosa, papel. Según él, serían casi 2 mil 500 productos, cifra que habría investigado y que darían opciones a los pequeñitos productores, los marginados, entre lo ilícito y lo lícito.

Preocupan repercusiones: CIJ

Para Liliam Negrete Estrella, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Cancún, sería complicado saber si la legalización de la mariguana ayudaría a disminuir la violencia, pues es claro que no es el único factor que la provoca, pero lo que sí tiene claro es que no se está tomando en cuenta la repercusión que tendría a nivel de salud.

“Creo que la preocupación más grande tiene que ver con el tema de la salud y las repercusiones que podría tener con los jóvenes en el sentido de cómo les llega la información: para ellos es legalización y ya, aunque sea solamente de un uso terapéutico. La información no les llega de manera adecuada y si se da esta situación, insisto, la parte que nos preocuparía sería con relación a la salud y no sólo a la física, sino a la mental, y mientras no se tengan la infraestructura y todos los programas adecuados para poderlo atender, sería complicado. Tenemos que abocarnos con mayores investigaciones para analizar los pros y los contras y con gente más especializada para trabajar sobre esto”.

De enero a septiembre de este año, solamente en Cancún se ha asistido a 450 personas en el CIJ que por primera vez consumieron drogas, y en cuestión de edades “siguen siendo de primera atención jóvenes de 15 a 19 años, de segunda atención chicos de 10 a 14 y de tercera atención de 24 en adelante. De éstos, las sustancias que más reportan son a nivel legal alcohol y tabaco, e ilegal mariguana, cocaína-crack e inhalables, pero hemos notado que cada vez más los jóvenes ahora están iniciando con drogas como la cocaína, lo que en años anteriores no se daba”.

Un gran negocio criminal

Los indicadores de la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Dogas, Alcohol y Tabaco de la Secretaría de Salud Federal (2016 y 2017) que ponen a Quintana Roo como la segunda entidad donde más se consumen mariguana y cocaína, después de Jalisco y seguida por Baja California, sugieren que en estas entidades las acciones preventivas deben realizarse con mayor atención y celeridad.

Incluso personajes de la política han manifestado su postura y basta recordar el revuelo que causó el exsecretario de turismo federal Enrique de la Madrid cuando dijo –a título personal, aclaró–, que para combatir la inseguridad se debería legalizar la venta y el consumo de mariguana en zonas turísticas como Cancún y Los Cabos, los dos principales destinos de México.

Sin embargo, pareciera que no se están considerando con rigor las repercusiones que una medida similar conllevaría a nivel de salud pública, independientemente de que no necesariamente ayudaría a disminuir el índice de violencia, pues habría que analizar si es el único factor que la provoca, aunque desde luego sigue siendo el principal motor de la violencia en todo el país.

El inconveniente de Cancún –y seguramente también lo es en Los Cabos– es el tema de la demanda.

En la zona hotelera de Cancún, por ejemplo, existe una gran demanda del turismo, convirtiéndose desde hace muchos años en un gran negocio para las diversas células criminales y provocando una sangrienta disputa por la plaza; pero el problema es aun más evidente en las regiones de la ciudad, donde el consumo cada vez es mayor, con más jóvenes enganchados en las adicciones, quienes eventualmente son blanco fácil de los grupos criminales que terminan reclutándolos.

Por ello la importancia de que existan programas de salud encaminados a prevenir y disminuir este complejo problema, pero además analizar de manera muy responsable si sería benéfico legalizar cualquier tipo de droga en el país.

Algunos estudiosos en el tema señalan que entre los beneficios de legalizar la mariguana por ejemplo, estaría el de tratar a los adictos como enfermos y no como criminales, además de aminorar los ingresos de los cárteles, disminuir la violencia y el número de muertos por la lucha contra el narcotráfico.

Si se legaliza esta mercancía se tendrían que pagar impuestos; el dinero ahorrado y el recaudado se podría invertir en educación, información y prevención de las adicciones, pero además se eliminaría la necesidad de acudir a los traficantes ilegales.

Pero advierten, entre las desventajas, que la mariguana causa serios trastornos, así como consecuencias biológicas, psicológicas y sociales. Además, aunque su legalización provocaría que sea más barata, inmediata y accesible para muchas personas, no resolvería el problema del narcotráfico, porque abriría un mercado más amplio, pues a mayor oferta, mayor consumo, además de que otras drogas como la cocaína, la heroína o las metanfetaminas mantendrían poderosos a los cárteles. La discusión es muy compleja, y permanece sobre la mesa.

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Una planta con historia

El cultivo del cáñamo, comúnmente conocido como mariguana, se remonta hasta hace, al menos, 12 mil años, lo que la convierte en una de primeras plantas cosechadas por la humanidad. Las plantas de cáñamo proceden de Asia Central, concretamente de las regiones de Mongolia y Siberia del sur.

En 1525, los españoles trajeron la hierba al Nuevo Mundo, pero fue poco después de la Independencia que la mariguana recreativa y medicinal apareció con este nombre en la historia de México. Bajo el influjo de médicos extranjeros que en Europa proponían el uso farmacológico del cannabis (la Reina Victoria la usaba para calmar sus dolores menstruales), los médicos mexicanos comenzaron a incorporarla en sus recetarios como remedio de diversas enfermedades: hemorroides, cólicos, humores intestinales, hemorragias, dolor de articulaciones, entre otras (según textos farmacológicos y artículos periodísticos de la década de 1840).

En una sesión del Consejo de Salud, en enero de 1920, se propuso añadir a la mariguana en la lista de sustancias peligrosas, por considerarla “una de las manías más perniciosas en nuestro pueblo”, lo que llevó, ese mismo año, a prohibir su producción, venta y uso recreativo.