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LONDRES.- Según un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza, nuestro menú está más plastificado de lo que creemos. Ingerimos plástico a diario sin percatarnos en absoluto, algo que les sucede también a los animales marinos, debido a la existencia de microplásticos.

Malcolm Hudson, investigador de la universidad de Southamton, en el Reino Unido, asegura que “los microplásticos son como bombas esperando a estallar en partes lo suficientemente pequeñas como para ser absorbidas”.

Son absorbidas por la naturaleza, pero también por nuestros cuerpos por una razón muy sencilla, y es que están por todas partes. Basta un paseo por la costa para comprobarlo. En la arena y flotando en el agua miles de partículas como estas. Imperceptibles para el ojo humano y que finalmente acabarán en nuestro estómago.

Según indica el estudio, una idea aproximada de la cantidad de plástico que consumimos cada semana es la equivalente al tamaño de una tarjeta de crédito. Por ello, piden que se refuercen las medidas de prevención de contaminación de ecosistemas y producción de plástico, ya no solo porque afecta a miles de seres vivos, sino porque son los ciudadanos los que terminan ingiriendo ese plástico que se tira.