EL BESTIARIO

SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY

Cuando en 1969 el astronauta estadounidense ‘invadió’ la Luna, no sólo pronunció: “Este es un pequeño paso para un hombre. Un salto gigantesco para la humanidad”…

Neil Armstron dijo su frase inmortal, aquella que sus guionistas de la NASA le prepararon sobre un paso pequeño para un hombre y un gran salto para la humanidad. Hace más de medio siglo fue el primer hombre en pisar la Luna. Hoy la hubieran escrito los ‘currelas’ guionistas de Netflix. Neil Armstrong pronunció otra secreta locución: “Buena suerte míster Grabowsky”. Nadie supo en aquellos momentos qué significaban aquellas palabras.

Estamos cerca del noveno aniversario de la muerte de este astronauta norteamericano, ocurrida el 25 de agosto de 2012, en Cincinnati, Ohio, logramos descifrar lo que pareciera un mensaje de pura criptología cubana. Neil, jugaba al fútbol con sus amigos de su natal condado de Auglaize. El árbitro había marcado penalti. Armstrong ejecutó la máxima pena.

Fue tal la fuerza que metió el gol, pero la pelota rompió las redes y fue a parar a la casa de los Grabowski. Rompió la luna principal de la casa. En aquellos precisos instantes los Graboswski protagonizaban una disputa conyugal sexual. El fogoso míster Grabowsbi pretendía, en vano, desde horas atrás, hacer el amor con su asexuada esposa. Al entrar el balón enviado por el niño Neil, el hombre hizo caso omiso, obsesionado con sus quereres…

Su esposa, a la defensiva, no le dio importancia tampoco al accidente doméstico. No obstante, pronunció una frase premonitoria… “Para que lo sepas míster Grabowski, haremos el amor cuando Neil suba a la luna”. Décadas después aquel infante pisó el único satélite natural de la tierra. Neil Armstrong no se había olvidado de la extraña actitud de sus vecinos, quienes le devolvieron el balón y nunca reclamaron  el arreglo de su vidrio roto. “Buena suerte míster Grabowski” fue la expresión más humana del primer terrícola en pisar la Luna.

Alérgico a la fama hasta el punto de dejar de firmar autógrafos cuando supo que luego se vendían por astronómicas cifras económicas, Neil Armstrong posiblemente se sonrojaría ante el sinfín de muestras de respeto, halagos y condolencias hacia su familia tras conocerse su muerte. Aunque él huyera de esa etiqueta, Armstrong fue recordado por el ex presidente Barack Obama como lo que fue: “El mayor héroe que ha dado Estados Unidos, y no solo de su tiempo, sino de todos los tiempos”, expresó el antecesor del ‘marciano’ Donald Trump. Neil regresó a la luna 43 años después. Allí se fue a ‘encontrar’ con Elíades Ochoa, guajiro trovador santiaguero, quien decidió -todavía no de forma definitiva- instalarse allí. Va y viene a la tierra cuando le llegan las vacaciones y las actuaciones. Meses atrás estuvo por España y Europa y Nueva York con Buenavista Social Club. No se olvida, en sus ‘días libres’ de Cancún y el Caribe Mexicano… Era fanático de las tertulias después de una comida cubana, en el restaurante ‘Mamainés’ en pleno Yaxchilán de nuestra ciudad, en torno a un café Serrano y un ron Havana Club añejo 7 años.

Mientras Neil Armstrong terminaba de ‘acomodarse’ en la Luna, Elíades acaricia, araña y da piquetas a las cuerdas como para afinar su guitarra en los tonos ‘eliadescos’, esos que suenan a alegría con granitos de sal de lágrimas, suelta una introducción animosa. “El clima está cambiando en el mundo, porque le hemos hecho mucho daño a la tierra, a los paisajes… Escribí esta canción ‘A la luna me voy’ precisamente por ese motivo, porque tenemos un plantea herido… Extraño la frescura del clima, las palmeras…”. Y arranca ante la admiración de su amigo Neil: “Quiero irme a la Luna, ya tomé mis decisiones, voy a vivir a la Luna, ya tomé mis decisiones. Que pronto volveré a la Tierra, cuando esté de vacaciones, sólo volveré a la Tierra, cuando esté de vacaciones. Eeeeh eh eh, a la Luna yo me voy. Ehhh me voy me voy, a la Luna yo me voy. Me llevo para la Luna, la alegría santiaguera, me llevo para la Luna, la alegría santiaguera, el amor de mi guajira, y el verde de mis palmeas/Yo me voy, yo me voy pa’la luna/A la luna yo me voy”.  Los historiadores insisten en que la luna no ha sido visitada desde 1973. Esta columna pretende demostrarles que no es cierto del todo… La próxima vez que anden por la calle en una noche de Luna y esta les sonría, piensen en Neil y Elíades y háganles un guiño. Ese mismo día recibirán un mensaje en su Twitter, desde la Luna de la solidaridad entre los pueblos de Estados Unidos y Cuba…

Donald Trump convirtió su primer discurso en un 4 de Julio, en el monumento a Abraham Lincoln en Washington, en el primero que un presidente daba en décadas en el Día de la Independencia, en una fiesta de exaltación patriótica en la que ensalzó todo de tipo de gestas y héroes de sello estadounidense: desde la invención de la bombilla a la del jazz, de la derrota del nazismo a la llegada a la Luna. Sobre esto último volvió a prometer: “Iremos pronto de nuevo a la Luna, y también vamos a poner la bandera en Marte pronto. Para los estadounidenses nada es imposible”, arengó, tras celebrar la creación de Cruz Roja, el voto de las mujeres o la celebración de la Super Bowl. “Mientras nos mantengamos leales a nuestra causa y recordemos nuestra gran historia, y mientras no dejemos de luchar por un futuro mejor, no habrá nada imposible que América pueda hacer”, dijo. “Nunca olvidéis que somos estadounidenses y el futuro nos pertenece”, remató al final, entre ruidos de aviones y otros cachivaches militares. La historia no es el fuerte de Donald Trump. Durante su discurso Salute to America (que se puede traducir como saludo u homenaje a Estados Unidos), hablaba del año 1775 cuando dijo: “Nuestro Ejército controló el aire, embistió las murallas, tomó el control de los aeropuertos, hizo todo lo que tenía que hacer”. En un intento de explicar el lapsus, volvió a la carga en Twitter con uno de sus ‘fake news’: “Era difícil leer el teleprompter -apuntador electrónico- con la lluvia”. En aquel momento antihistórico en la histérica concentración, ya no caía agua del cielo en la capital norteamericana.

Abraham Lincoln (Kentucky, 12 de febrero de 1809 – Washington D. C., 15 de abril de 1865) fue un político y abogado, afiliado al Partido Republicano,  que ejerció como decimosexto presidente, desde el 4 de marzo de 1861 hasta su asesinato. Lideró a Estados Unidos durante la guerra de Secesión, el conflicto más sangriento y quizás también la mayor crisis moral, constitucional y política que ha sufrido la nación. Al mismo tiempo, preservó la Unión, abolió la esclavitud, fortaleció el gobierno federal y modernizó la economía. El Lincoln Memorial es un monumento  cuyo edificio tiene forma de templo griego dórico, y tiene una gran escultura de Abraham Lincoln sentado e inscripciones de dos conocidos discursos de Lincoln. En este monumento han tenido lugar muchos discursos importantes, incluyendo el de Martin Luther King y “Yo tengo un sueño”, que fue pronunciado el 28 de agosto de 1963 durante la manifestación al final de la Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad. El Monumento a Lincoln se unió a la lista del Registro Nacional de Sitios Históricos el 15 de octubre de 1966. Está abierto al público desde las 8 de la mañana hasta medianoche todo el año, salvo el día 25 de diciembre. Donald Trump nunca pudo elegir un escenario tan inapropiado para ensalzar a su Ejército en la ‘toma de control de los aeropuertos’, de una forma ‘vanguardista’ desde hace dos siglos y medio…

La capacidad histriónica del ex primer mandatario, el de los aranceles a China, Unión Europea, Rusia, India, incluidos a sus dos socios como son México y Canadá, le ‘trasladó’ hasta 1775, fecha en la que se produjo la Invasión de Canadá, la primera gran iniciativa del recién formado Ejército Continental durante la guerra de Independencia de los Estados Unidos. El objetivo de la campaña fue obtener el control militar de la provincia británica de Quebec y convencer a los canadienses franco-parlantes de unirse a la revolución en el bando de las Trece colonias. Una de las expediciones marchó desde el fuerte Ticonderoga bajo el mando de Richard Montgomery, capturó el fuerte St. Johns y casi logra capturar al general británico, Guy Carleton, al tomar Montreal. La otra expedición dejó Cambridge, Massachusetts bajo Benedict Arnold, y viajó con gran dificultad a través de los bosques de Maine hacia la ciudad de Quebec. Las dos fuerzas se unieron ahí, pero fueron derrotadas en la batalla de Quebec en diciembre de 1775. Donald Trump todavía se pregunta por qué se olvidaron de los aeropuertos… Abraham Linconl carcajea sin parar en sus noches de soledad en el National Mall, Explanada Nacional.

En la noche del 21 de julio de 1969, la Luna sufrió la llegada de ‘The Invaders’, no muy diferentes a los protagonistas de la serie de televisión estadounidense de ciencia ficción y aventura, emitida por la Cadena televisiva ABC. Los diálogos de los exploradores eran hasta lunáticos, parecieran plagiados de los libretos de ‘Los Invasores’: “Este es un pequeño paso para el hombre. Un salto gigantesco para la humanidad”. Los extraterrestres eran semejantes en apariencia a la especie humana salvo por una frecuente rigidez característica de los dedos meñique que les impide doblarlos. Apolo 11 fue una misión espacial tripulada de Estados Unidos cuyo objetivo fue lograr que un ser humano caminara en la superficie de la Luna. La misión se envió al espacio el 16 de julio de 1969, llegó a la superficie de la Luna el 20 de julio de ese mismo año y al día siguiente, 21 de julio, logró que dos astronautas (Armstrong y Aldrin) caminaran sobre la superficie lunar. El Apolo 11 fue impulsado por un cohete Saturno V desde la plataforma LC 39A y lanzado a las 13:32 UTC del complejo de cabo Kennedy, en Florida (EE UU). Oficialmente se conoció a la misión como AS-506. La misión está considerada como uno de los momentos más significativos de la historia de la Humanidad y la Tecnología. El 21 de julio del 2021, se cumplen 52 años de aquella hazaña. La tripulación del Apolo 11 estaba compuesta por el comandante de la misión Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin E. Aldrin Jr., de 39 años y piloto del LEM, apodado Buzz; y Michael Collins, de 38 años y piloto del módulo de mando. La denominación de las naves, privilegio del comandante, fue Eagle para el módulo lunar y Columbia para el módulo de mando.

¿Por qué tres misiones espaciales de tres países diferentes llegarán al planeta rojo, a Marte, casi al mismo tiempo? Este mes de febrero del 2021, cuando los laboratorios farmacéuticos son incapaces de surtir de vacunas a la Tierra contra el COVID-19, será un mes decisivo para la exploración de Marte. Y es que en los próximos días, se espera que tres sondas espaciales lleguen al planeta rojo para estudiar su geología, su atmósfera y buscar posibles signos de vida, como bacterias. La primera misión que alcanzará el planeta es Hope, enviada por Emiratos Árabes Unidos, se pronostica que entrará en contacto con la atmósfera marciana este martes 9 de febrero. Dos días más tarde, llegará la misión Tianwen-1 de China y la Perseverance, de la NASA, aterrizará el 18 de febrero. La cercanía de fecha se debe a que las tres misiones aprovecharon una ‘ventana’ que ocurre cada cierto tiempo en la que la distancia entre Marte y la Tierra es menor.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ‘El Aprendiz’ de la Historia de los Estados Unidos, se enfrenta estos días en nuestro planeta al delito de “incitación a la insurrección”, en su segundo ‘impeachment’. En su refugio de Palm Beach, la opulenta isla de Florida, con la población más blanca y rica de Estados Unidos, el derrocado es cuestionado por algunos de sus vecinos, pues sus dedos meñiques presentan una frecuente rigidez que les impide doblarlos. ‘The Invaders’ invaden Miami, la ciudad estadounidense más ‘anticastrista’ y ‘trumpista’.

 

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