Brian Fernández está convertido en uno de los mejores futbolistas de la Liga MX. Pero la historia del uruguayo nos deja el ejemplo de que todos cometemos errores, pero depende de cada uno cómo los afrontamos.

Siete goles en siete partidos lo avalan como el mejor jugador del Necaxa. Sin embargo, Brian Fernández antes tuvo que superar unos problemas muy graves. Mismos en los que él solito se metió. Mismos que no le impidieron salir adelante y hoy brillar en lo que más le gusta, el futbol.

El talento de Brian es nato. Por eso debutó en 2012 con la camiseta de Defensa y Justicia. Hizo 16 goles en 71 partidos pero durante ese lapso recibió dos golpes duros en su vida. Primero la separación de sus padres, que aunque parece ser un tema común, termina afectando. Por si fuera poco, su hermano David Fernández murío a los 18 años después de haberse disparado en la cabeza.

El terrible golpe no lo supo asimilar de la mejor manera Brian. Desde entonces se metió a un camino difícil y obscuro, como lo es la adicción a las drogas. Su gusto por la cocaína terminó por casi destruir lo que es una carrera prometedora.

Después de jugar con Defensa y Justicia pasó al Racing. Con el club de Avellaneda dio positivo en dos controles antidopajes, por lo que tuvo que salir de Argentina y ver como su futuro se derrumbaba poco a poco. Su suspensión fue de dos años, de 2015 a 2017.

Ese fue el punto donde Brian Fernández tocó fondo. Decidido a rehabilitarse vivió su sanción en Tijuana, donde el primer paso que tenía que dar, era desintoxicarse. El siguiente era volver al futbol y el Metz de Francia le dio la oportunidad, en lo que fue un paso muy efímero.

Entonces llegó la llamada de Unión La Calera del futbol chileno. Brian volvió a Sudamérica con la ilusión de demostrar que era otro. “Tengo claro que el fútbol me está dando otra oportunidad y estoy muy agradecido a Unión La Calera, porque me está ayudando mucho en eso. En Racing no me querían y me lo dijeron, por eso tomé la decisión de venir a Chile. Me siento valorado”, declaró a su llegada al club andino.

Doce partidos en los que marcó once goles y dio cuatro asistencias, fueron suficiente para demostrar que la rehabilitación mental de Brian Fernández había sido exitosa. Necaxa apostó por él y ha respondido como nadie. Poniéndose en el radar de muchos equipos.

“La droga te saca la familia, te saca amigos, te saca plata. De a poco te va sacando todo. Me hacen controles todas las semanas. No me molesta, es más, me gusta demostrar que estoy bien“, declaró para el programa de radio, Primer Tiempo.

La historia de Brian Fernández es el ejemplo claro de que la vida es una lucha constante. Los obstáculos siempre están, pero sólo los valientes, como él, se atreven a superarlos.