Con todo y su elevado costo, causa furor en la clase adinerada de Silicon Valley, a pesar de los riesgos que conlleva por carecer de cualquier proceso de filtración o purificación

AGENCIAS

SACRAMENTO.- Beber agua cruda o “raw water” es la nueva moda que se ha hecho muy popular entre los habitantes adinerados de Silicon Valley, en el estado de California.

Esta tendencia consiste en tomar agua que procede directamente de manantiales, luego se envasa, se etiqueta y se vende. El líquido no pasa por ningún tipo filtración, no es analizada ni recibe algún tratamiento de purificación.

El agua mineral también se extrae de manantiales y se embotella, pero al contrario del “agua cruda”, ésta si se analiza y pasa por controles de calidad para saber si es potable o no.

Según los defensores de “raw water”, este líquido en su forma totalmente natural proporciona muchos beneficios para quien la consume, como mayor hidratación, más cantidad de minerales y la presencia de microbios que pueden resultar benéficos para la salud, además que aseguran que se evitan los daños que causa la fluorización por los químicos con los que es tratada.

Sin embargo, esta nueva práctica ha alarmado a los especialistas en la salud, pues entre los peligros que puede causar están la poliomielitis, meningitis, cólera, fiebre tifoidea, disentería y hepatitis A y B.

Los expertos también explican que en el agua sin analizar ni tratar puede haber presencia de productos químicos utilizados en la agricultura, microorganismos, gérmenes y restos fisiológicos de animales muertos, lo que puede ocasionar fuertes infecciones para quien la ingiere.

A partir de la popularización de esta nueva moda han surgido negocios millonarios por vender agua tal y como sale del suelo, pues 10 litros de “agua cruda” embotellada pueden llegar a costar unos 70 dólares, con marcas como Tourmaline Spring en Maine y Live Water en Oregón, que no han dudado en promocionar las supuestas bondades de esta agua, haciendo caso omiso a los argumentos de los expertos.