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PEKÍN.- Como es sabido, los virus se contagian a través de las mucosas, motivo por el que los tapabocas se han vuelto de uso cotidiano en la nueva normalidad, ya que cubren la boca y la nariz, principales transmisores y receptores de una eventual infección.

Sin embargo, hay otra mucosa en el rostro que las mascarillas no llegan a cubrir, y por donde también puede introducirse el virus SARS-CoV-2: los ojos. Por ello, un equipo de científicos de China se dedicó a estudiar cómo afecta —o ayuda— el uso de anteojos respecto al riesgo de contraer la enfermedad.

Con base en una muestra de 276 pacientes hospitalizados en la ciudad de Suizhou, encontraron que solo un 5.8% de la población contagiada usaba anteojos, un número significativamente menor al total de 31.5% de personas que usan anteojos en la ciudad.

Lo primero que hicieron los científicos fue separarlos entre quienes utilizaban anteojos por más de 8 horas diarias y quienes no. De este modo, hallaron que solamente 16 pacientes usaban por 8 o más horas diarias anteojos, todos por motivo de miopía. Este 5.8% de la muestra es el que fue contrastado con el 31.5% de la población total de miopes de la provincia china.

Por ello, la investigación concluyó que la proporción de pacientes hospitalizados con COVID-19 es baja precisamente por el uso de anteojos durante buena parte del día, lo que les da una protección agregada que la mayoría de la población no utiliza.