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MÉXICO.- Agustín Caso Raphael, auditor especial de Desempeño de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y quien se encuentra separado del cargo por la presunta falla en la estimación del costo por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, aseguró que nunca ha sido presionado ni dentro del órgano autónomo ni fuera, y defendió su trabajo.

Aseguró que respeta mucho la investidura presidencial, pero las auditorías que hizo a la suspensión de la terminal aérea están bien hechas.

Al comparecer ante los integrantes de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, Caso Raphael dijo que esa auditoría, que arrojó la estimación que la cancelación de este aeropuerto de Texcoco costaría más de 331 mil millones de pesos, no la hizo con dolo ni mala fe o como un ataque a la investidura presidencial, y defendió el trabajo de sus colaboradores, y añadió que merecen todo su respeto.

Precisó que no acudía a defender a capa y espada a una cifra, sino a poner sobre la mesa las razones por las cuales se presentan con igual validez dos ópticas distintas y a explicar los procesos legales en los que habrán de ventilar estas diferencias, pero que no son verdades excluyentes o mentiras.

El auditor suspendido consideró que no es pertinente revelar una nueva cifra sobre el costo que tuvo la cancelación del aeropuerto de Texcoco, porque están en procesos muchas cotizaciones en la investigación y argumentó que hay un vacío legal sobre cómo se debe cuantificar la suspensión de una obra y que no es su intención imponer una cifra sobre otra.

Incluso, ante la pregunta de una diputada de Morena, Caso Raphael explicó que su informe es consistente con la metodología utilizada, pero declinó revelar información sobre el comunicado nocturno del lunes 22 en el que aceptaba inconsistencias en los resultados debido a que esa parte de la auditoría está sujeta a una investigación.