Fue descubierto apenas dos horas antes de que impactara en el norte de Islandia; por fortuna no causó mayor daño, pero demuestra que estamos en permanente riesgo

AGENCIAS

WASHINGTON.- La humanidad está poco o nada preparada para combatir la amenaza de un asteroide y un hecho reciente lo comprueba. El 11 de marzo, el astrónomo húngaro Krisztián Sárneczky, del Observatorio Konkoly, cerca de Budapest, descubrió un pequeño asteroide que se dirigía hacia nuestro planeta, sólo dos horas antes de que impactara en el norte de Islandia; fue llamado 2022 EB5.

El asteroide se movía a una velocidad de unos 18.5 kilómetros por segundo; afortunadamente el cuerpo espacial se vaporizó inofensivamente en la atmósfera de la Tierra, puesto que no era muy grande e incluso, según los expertos, si hubiera aterrizado completo en la Tierra no habría causado mucho daño.

Algunos residentes en Islandia informaron haber escuchado un fuerte golpe o visto un destello de luz, lo que ha llevado a la Organización Internacional de Meteoros a buscar testigos. Tales testimonios tal vez sean difíciles de recopilar, ya que este tipo de  asteroides se suelen ver sólo como estrellas fugaces.

El 2022 EB5 marcó el quinto caso conocido de un asteroide descubierto antes del impacto, señaló la astrónoma Marian Rudnyk, quien añadió que esta estadística destaca lo peligrosos que son los asteroides y “lo vulnerables que somos”.

Recientemente la NASA llevó a cabo un experimento simulado para evaluar el impacto de un asteroide que se destroza contra la Tierra; el ejercicio simulado abarcó un curso de dos días y esperaba medir la capacidad de los Estados Unidos para responder eficazmente a una amenaza de asteroide. También se centró en si los funcionarios de la agencia podían coordinarse de manera eficiente a nivel de gobierno federal, estatal y local.