Edgar Prz

Estos días de intensa campaña han permitido que varias autoridades no solo descuiden sus responsabilidades, sino que han tendido bocanadas de polvo para cubrir su opacidad. En el argot político se les denomina “distractor de la atención”, sirven para quitarse del ojo del huracán, salirse de la tormenta con algún argumento banal o pueril para ganar tiempo y propiciar que el asunto pase de moda o a segundo término…

Los tres niveles de gobierno lo usan como práctica recurrente para evadir responsabilidades y compromisos. Ahora el mejor pretexto que tienen es la famosa “veda electoral”, aquí hace falta que se defina con exactitud en qué consiste, cuál es su ámbito de influencia, cuáles son sus alcances y así evitar las irresponsabilidades y deberes de los servidores públicos…

El Estado no puede paralizar sus actividades con antelación, no debe incapacitarse ante los problemas cotidianos, hay áreas que por su naturaleza todos los días tienen movimiento, tienen atención al público y hay que hacerlo aunque no sean las que mejor remuneración tengan, como el sector salud y las áreas procuradoras de Justicia..

Se cumplió ya un año de la visita de AMLO a Chetumal, en ese lugar dio su conferencia mañanera y luego fue a Tihosuco a pedir perdón al pueblo maya por tantos y tantos agravios sufridos. Dio a conocer una serie de apoyos concretos para este noble y sufrido pueblo que aún no se concretan.

Hay un problema urgente de atención, nuestro estado está casi en las últimas del padecimiento de la pandemia del Covid-19, se generaron millones de pesos en gastos, rentas y adquisiciones que aún andan en etapa de comprobación.

Se combatió al flagelo y las caravanas de salud jugaron un rol importante, no sólo atendieron a la población más necesitada, más pobre y olvidada del estado, sino que corriendo riesgos ya que no contaban con uniformes ni con el equipo requerido, pero su compromiso era mayor y así se distinguieron por seguir dando consultas y atendiendo a 147 comunidades con un alcance de cerca de 50 mil habitantes.

Un programa completo, serio, exitoso, con beneficios palpables fue arrumbado, lo hicieron a un lado y creen que con desaparecer el programa se acaban las enfermedades, pobres ilusos y románticos. Se negaron a pagarles viáticos y no solo eso, metieron una pausa y se supone volvería a cobrar vida en febrero, hoy estamos ya en mayo y no hay visos de solución. Con la salud no se juega, menos con la vida de las personas.

Este atentado contra el personal de las caravanas ha causado muchos problemas entre ellos, el desempleo de gente capacitada y preparada para este tipo de servicios, el tener que andar en busca de otro tipo de trabajo para sobrevivir. Algunos han desertado y otros aún tienen su vela encendida, como el doctor Alberto España quien no pierde la fe y sigue empecinadamente buscando ser escuchado por las autoridades.

Las estatales se resbalan del asunto al aducir que es de índole federal, los otros están en que hubo reducción de presupuesto para las obras insignes de AMLO, refinerías, Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum.

La salud no está contemplada, está archivada y levantada; total, el montaje de la pandemia ya acabó y ahora argumentan que por el proceso electoral y luego por la entrega recepción del inquilino de la Insurgentes. Mientras, el tiempo pasa y la demanda de solución seguirá esperando que algún día alguien abra y lea lo que contiene esa carpeta. Surge la interrogante: ¿hasta cuándo? Con esa actitud negativa no te ganaste mi aplauso, CJ. Solo requerimos que seas insistente en el asunto, pero vemos que no te interesa, no está entre tus prioridades.

Hace un año se pidió perdón y de nada ha servido, no se reivindica a los mayas con disculpas sino con hechos, no se ven avances, las enfermedades siguen inclementes atacando a los más necesitados y marginados, mientras los que detentan el poder parece que no se han dado cuenta o de por si los ignoran.

Solo son temas de campaña, son líneas discursivas que las pronuncian pero no las sienten, por ello el 5 de junio es una buena oportunidad de recordarles su falta de atención y de cariño, devolvamos la fuerza a esa tremenda arma que es el voto, ¿no lo cree usted?

Mejor seguiré caminando y cantando: “ El tiempo pasa y no te puedo olvidar. Te traigo en mi pensamiento constante, mi amor y aunque trato de olvidarte cada día te extraño más…”