Edgar Prz

En los últimos días las redes sociales y los medios informativos han dado cuenta de filtraciones de listas con nombres de periodistas, ataques directos entre los candidatos y contra la actual puntera, denuncias de desfalcos millonarios, quejas interpuestas ante la autoridad electoral, resoluciones nada creíbles del Teqroo, encuestas muy desapegadas de la realidad.

Se incluyen también participación de autoridades municipales, deserciones de última hora y un sinfín de acciones con  la única finalidad de ser “distractores de la atención”. Esto no solo ensucia el proceso, lo enturbia y eso permitirá que los partidos más pudientes sean los que aprovechen esta confusión.

La guerra sucia esta alcanzando su clímax,  su punto más alto a 20 días de la cita con las urnas, esto desalienta al electorado, le resta importancia al compromiso cívico, le niega la luz a la verdadera democracia y predispone la baja participación electoral. A los partidos en realidad esto no les interesa, ellos con los pocos que voten se dan por satisfechos; la autoridad electoral debería obligarlos a practicar campañas de altura, campañas que aporten y no campañas que desnuden con dolo, mala fe a sus adversarios políticos.

La gente quiere escuchar propuestas, proyectos, planes para continuar el desarrollo del estado, no leer sobre quien escupe más estiércol,  ya el pueblo los conoce y aquí cabría compartirles una cita bíblica: “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”.

Hay que trabajar en el rescate del proceso, que los partidos se conviertan en difusores de la cita electoral, en eco sobre lo importante que es la participación ciudadana, que la gente se inmiscuya en los asuntos políticos, que no sea espectador sino actor y tome su verdadero rol de juez para la elección de las nuevas autoridades.

Este desfile electoral está proyectando nuevos rostros y perfiles, hay gratas sorpresas y revelaciones como Silvia Dzul en el distrito IX, quien está metidísima en su campaña a ras de suelo, está intensa y no repara en el trato, lo mismo en la zona urbana de Playa del Carmen que en la zona de transición por Cobá. La gente ya la conoce como la dama de la “eterna sonrisa”. Aquí el resultado no sería una sorpresa, sería la confirmación de una campaña fecunda pero además de una excelente mayaparlante que defendería los intereses de esta etnia tan rica en cultura, historia y tradiciones pero olvidada en el progreso por todas las autoridades; ellos ya no quieren migajas, aspiran a vivir con dignidad y en mejores condiciones.

La rapidez de este proceso también ha permitido que varios personajes que se creían con merecimientos hoy estén en el callejón del olvido, sepultados en las cavernas del inframundo, me escuchan, Luis Alegre, Filiberto Martínez, actores siniestros que crearon plataformas ficticias para engañar a unos cuantos.

Luis Alegre tuvo una vida tan intensa en el Congreso que hasta editó la Constitución Estatal en Lengua Maya con un tiraje de solo cinco ejemplares. López Obrador lo nombró enlace del Tren Maya al término de su beca legislativa y ahora que están cayendo volquetadas de excremento, no aparece,  se esfumó. Intento tener vigencia con su programa de radio “Denuncia Ciudadana “ y también fracasó. Esto demuestra que solo es flor de un día, una x’kanlol y así pretendía ser gobernador, qué desperdicio de talento.

Filiberto Martínez es conocido como “el Griego”,  todo el día se la pasa filosofando y sube a sus redes citas de grandes pensadores. Su desesperación lo llevó a quedarse como el perro de las dos tortas, sin ninguna. Gastó toneladas de dinero con esas cumbres de comunicación política en donde ofertaba la asistencia a varios grupos y se ufanaba  de invitarlos con todo incluido, de los asistentes pregunten hoy quiénes se acuerdan de la existencia de Fili, muchos lo abandonaron, otros descubrieron sus malsanas intenciones, otros lo conocieron como es y prefirieron hacerse a un lado

Siempre incubó la idea de ser el heredero natural de Carlos Joaquín. Fue a reunirse con ‘Alito’ Moreno y otros personajes y ni así pegó, nadie lo destapó, ningún partido le abrió sus puertas y ahora se oferta como el “gran estratega electoral”, siempre ha jugado a su favor con recursos de otros; nunca creció, nunca despuntó y ahora el ostracismo se lo ha tragado. Es de los muertos vivos y su única aspiración actual es trabajar en la serie “Los Piratas del Caribe”.

Cada quien cosecha lo que siembra, ¿no lo cree usted?

Mejor seguiré caminando y cantando: “olvida que algún día nos quisimos, las promesas que hicimos, por favor olvídalas. Prometo si algún día yo te encuentro, como dos buenos amigos, saludarnos sin rencor…”