Ni él ni su equipo de campaña lo consideraban posible o deseable; el maganate sólo anhelaba ser “el hombre más famoso del mundo”, afirma nuevo libro

NUEVA YORK.- Ni el actual presidente Donald Trump ni su equipo de campaña querían ganar las elecciones estadunidenses de 2016, sin imaginar que ese escenario fuera posible, y ni siquiera consideraban que fuera deseable, de acuerdo con el extracto de un libro escrito por el biógrafo Michael Wolff.

En un extenso artículo escrito por el propio Wolff, publicado en el sitio de internet de la revista New York, el biógrafo aseguró que Trump sólo deseaba convertirse “en el hombre más famoso del mundo”, lo que ayudaría a su emporio de negocios y a su organización.

De acuerdo con declaraciones de Trump a Roger Ailes, ex director del canal de televisión Fox News, el ahora presidente sólo anhelaba tener “una marca mucho más poderosa y oportunidades incalculables” de negocios, incluso su propia emisora televisiva.

Titulado “Fuego y Furia: dentro de la Casa Blanca de Trump”, el libro está basado en entrevistas con el propio presidente, así como con 200 personas tanto del gabinete como cercanos a funcionarios, conducidas durante los 18 meses desde que el ahora presidente ganó las elecciones.

El resultado es un libro devastador que retrata a un presidente con graves limitaciones intelectuales, incapaz de entender la dimensión de su cargo, sin idea remota de lo que busca como mandatario y visto con sorna por todos a su alrededor, incluida su hija Ivanka.

El texto revela que el hijo mayor del presidente le confió a un amigo que luego de que las tendencias de la noche de la elección lo daban como ganador, Trump parecía como “su hubiera visto un fantasma. Melania estaba llorando, y no de alegría”.

Hacer sugerencias a Trump era muy complicado. Trump “no procesaba la información en ningún sentido convencional. No leía, ni siquiera hojeaba los informes. Algunos creían que para todo propósito práctico no era más que un semianalfabeto”, según el extracto.

En respuesta a la publicación de varios extractos del libro la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, respondió que tales revelaciones eran “ficción de un tabloide de pacotilla”.