Monseñor Carlo Maria Viganò fue acusado por su propio hermano discapacitado

AGENCIAS

ROMA.- Un arzobispo italiano que resonó por pedirle al Papa Francisco que renunciara fue condenado a pagar 1.8 millones de euros (unos dos millones de dólares) a su hermano discapacitado que afirmó que le robó, informó la prensa italiana.

El fallo de un tribunal civil de Milán, que data de octubre, condena a monseñor Carlo Maria Viganò, ex alto prelado del Vaticano, a pagar esta suma a su hermano Lorenzo, un sacerdote especializado en escrituras santas, detalló La Stampa e Il Giornale.

En la década de 1960, esta familia numerosa heredó de un padre empresario del norte de Italia, una fortuna estimada en 2010 en más de 20 millones de euros en activos inmobiliarios y casi 7 millones en efectivo, cuya gestión fue encargada a monseñor Carlo Maria Viganò.

Confinado a vivir en una silla de ruedas después de un accidente cerebrovascular, Lorenzo, que vive en una comunidad religiosa en Chicago, apeló a la justicia en 2010 para reclamar un acceso directo y más equitativo a su parte de los intereses generados por la herencia.

El arzobispo Viganò, quien lanzó la denuncia de supuesta corrupción financiera en el Vaticano, fue nombrado embajador de la Santa Sede en Washington en 2011. En ese momento, pidió en vano al Papa Benedicto XVI poder permanecer en Roma para cuidar a su hermano.

Ya jubilado, lanzó una bomba mediática a finales de agosto al acusar al papa Francisco de haber silenciado durante cinco años los comportamientos de acosador del arzobispo estadounidense Theodore McCarrick, expulsado unas semanas antes por acusaciones concretas de abuso sexual.