Aunque marcada por el amor y la guerra, como varios de sus libros anteriores, entrega por primera vez “una historia cerrada, compacta, redonda, con un final feliz”

AGENCIAS

MADRID.- El amor y la guerra. El italiano, la nueva novela del escritor español Arturo Pérez-Reverte (1951), une esos dos territorios que siempre han estado presentes en su literatura, porque los conoce, los ha vivido y ha aprendido de ellos; pero ahora entrega por primera vez una historia cerrada, compacta, redonda, con un final feliz.

“Respecto al amor, todos tenemos una experiencia, lúcida o no, que nos permite interpretarlo; al amor lo entiendes, lo disculpas, lo comprendes. Pero la guerra es otra cosa”, comentó el novelista, que también ha sido reportero de guerra. “Me quitó muchas ingenuidades e inocencias, cosas en las que creía cuando era joven. Pero me reforzó cuatro cosas sustanciales: el respeto, la dignidad, la lealtad y el amor o la amistad. Esta novela es un homenaje al valor, porque uno puede comprarlo todo o aparentarlo todo; pero, cuando se desmorona la fachada social del mundo, eso nos mantiene”, afirmó.

En rueda de prensa virtual desde España, el narrador que cumplirá 70 años el próximo 25 de noviembre detalló que esta historia de amor entre una librera de 27 años y un buzo italiano, que se conocieron entre 1942 y 1943, está inspirada en hechos reales ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando estos soldados submarinos hundieron o destruyeron 14 barcos aliados.

 “Siempre dejo mis historias de amor abiertas, porque no sé qué pasará después, el cansancio, el aburrimiento; pero esta vez quise cerrarla con un final feliz. Es el desarrollo de ese enamoramiento el que constituye el hilo dorsal de la novela”, agrega.

Risueño, amable e inspirado, Pérez-Reverte destacó que sigue siendo un escritor feliz, “sobre todo porque no he perdido esa capacidad de disfrutar con la imaginación, de jugar. Soy un niño que juega y eso me mantiene vivo. Lo que impide que un escritor muera es que siga jugando. Espero que el día que esté muerto, mis lectores me lo digan”.

El italiano ha vendido en España, donde se publicó hace mes y medio, unos 270 mil ejemplares.