BEIJING.- El cancunense Arly Velásquez, único mexicano en los Juegos Paralímpicos de Invierno 2022, acudió a su cuarta cita olímpica en el Estadio Olímpico de Pekín.

Portando el tradicional sombrero de charro, el esquiador en silla de ruedas estuvo acompañado por su equipo de trabajo en la ceremonia de inauguración, el viernes pasado.

Arly Velásquez consiguió en Sochi 2014 la mejor participación de un mexicano en Juegos Paralímpicos de Invierno, quedando en el onceavo lugar del Super G Sentado del Esquí Alpino.

El originario de Cancún, Quintana Roo, arribó desde el pasado martes a China y un día después hizo el reconocimiento en el Centro Nacional de Esquí Alpino de Yanqing.

México ha tenido participación en los Juegos Paralímpicos de Invierno desde Turín 2006.

A los 13 años, su vida cambió

La carrera de Arly Velásquez comenzó en el ciclismo de montaña. Desde pequeño se unió a las bicicletas y cuando tenía 10 años se enfocó en esta modalidad, que le permitió vivir procesos con categorías de 15 y 19 años cuando él todavía era un niño. Sin embargo, 2001 representó un parteaguas en su vida.

Con 13 años y un montón de sueños por cumplir, Velásquez iba a presentarse en una carrera y durante las horas previas, su bicicleta se rompió. Esto lo llevó a aceptar una prestada, la diferencia es que él pesaba apenas 50 kilos y su amigo 80; los accesorios eran completamente diferentes. La presión en los saltos provocó que se cayera, aunque los paramédicos no encontraron nada roto o raro.

Minutos después, la espalda de Arly Velásquez tronó y de inmediato dejó de sentir las piernas. El proceso de aceptación y de adaptación no fue nada sencillo. No obstante, el hoy esquiador se reintegró al deporte en el basquetbol en silla de ruedas y después le dio oportunidades a la natación y al atletismo en modalidades como el lanzamiento de jabalina.

Nada de esto lo llenó como esperaba, por lo que siguió buscando nuevos horizontes y en 2009 se encontró con el esquí. Unas vacaciones en Canadá dieron como resultado un momento mágico, casi como amor a primera vista.

“Me impulsó a vender todas mis cosas, juntar mis ahorros y básicamente volar a la frontera. Compré una vieja SUV, la cargué y viajé 14 horas hasta Park City. Es muy raro que haya momentos en tu vida en los que te sientas y tu instinto te diga que estás en el lugar correcto. Que estás haciendo lo correcto y que es algo que quieres seguir haciendo en tu vida. Eso es lo que sentí“, contó Arly Velásquez a Paralympics. (Agencias / Sopitas)