El anticuerpo tiene una mayor estabilidad, es más fácil de fabricar y podría neutralizar tanto la cepa original del SARS-CoV2 como las variantes del virus

AGENCIAS

BRUSELAS.- Un equipo formado por investigadores del Instituto Flamenco de Investigación Biotecnológica (VIB) de la Universidad de Gante y del Instituto Rega de la Universidad KU de Lovaina ha obtenido resultados alentadores sobre un posible antiviral derivado de la llama que actúa contra la COVID-19.

“Este nuevo anticuerpo es más pequeño que los convencionales, ya que procede de la llama, lo que le confiere ventajas en términos de estabilidad y fabricación”, explicó el doctor Xavier Saelens, investigador del Centro de Biotecnología Médica del VIB.

El estudio concluyó que los anticuerpos VHH72-Fc (XVR011), extraídos de una llama de cuatro años llamada Winter, reducen significativamente el riesgo de padecer una enfermedad grave por COVID-19; su actividad de neutralización viral es muy potente, tanto contra la cepa original del SARS-CoV2 como contra sus variantes.

El antiviral está destinado a personas que ya están infectadas por el SARS-Cov-2 y que desarrollan síntomas.

A diferencia de las vacunas, que se administran a personas sanas para que queden protegidas de la COVID-19, el anticuerpo ofrece una protección inmediata desde que es inyectado en el paciente infectado.

“Todo está listo para empezar los ensayos clínicos en pacientes”, apuntó Saelens, aunque la aprobación está pendiente de la decisión de los comités éticos de los hospitales.