MÉXICO.- El aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) será un factor a considerar en la próxima reunión de política monetaria que tendrá el Banco de México (Banxico) la semana entrante.

El miércoles, la guerra contra la inflación en Estados Unidos cobró fuerza luego que la Fed anunciara un aumento en su tasa de interés en 75 puntos base, para dejarla en un rango de entre 1.5% y 1.75%. Es el alza más fuerte desde 1994.

La puerta que aceleró el fuerte incremento en la tasa que realizó el banco central al precio del dinero, se dio luego de que la semana pasada la inflación se disparara a 8.6 por ciento en mayo, según el Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos, —una cifra por encima de las expectativas de los analistas, incluso por encima de lo anticipado por el consenso—.

“Como ya se ha dicho en ocasiones anteriores, y lo hemos dicho en la decisión previa, el banco está dispuesto a tomar decisiones más contundentes. Este es un evento adicional que tomaremos en consideración”, dijo por su parte Gerardo Esquivel, subgobernador de Banxico.

Esquivel enfatizó que el aumento de tasas por parte de la Fed sólo es uno de los elementos a considerar y no el decisivo aunque sí relevante.

Sobre una recesión o desaceleración de la economía mexicana, la banquera central dijo que es posible, aunque el país tiene elementos fiscales y monetarios sólidos.

Efectos para México

Los efectos para México tras el anuncio de la Fed a sus tasas son varios. Como el propio Banxico, expertos ya hablan de una posible desaceleración en la economía del país, afectando principalmente la exportación y hasta las remesas.

Por un lado, el aumento de la tasa provocaría que los instrumentos de ahorro en dólares, como los bonos del tesoro, se vuelvan más atractivos por los rendimientos que generan, causando así que los inversionistas prefieran moverse hacia el dinero estadounidense.

Otro efecto que contemplan los especialistas es que disminuyan las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, lo cual sería negativo para nuestro país si se considera que 80 por ciento de las exportaciones mexicanas tienen como destino el vecino del norte. (Expansión / La Razón)