MÉXICO.- Seis de cada 10 mexicanos tuvieron que dejar de pagar un gasto habitual, pedir prestado, vender algún activo, solicitar un crédito o incluso dejar de comer, debido a la pérdida de empleo y la reducción de ingresos, expuso la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Éste es el porcentaje más elevado de una muestra de 25 países, según el reporte “Riesgos que importan 2020: el largo alcance de COVID-19”, elaborado por el organismo internacional.

“México no creó nuevas transferencias, no aumentó montos, ni entregó alimentos u otros bienes, por la emergencia, por eso hoy enfrentamos un serio problema en las familias mexicanas y un retroceso muy importante en materia de pobreza”, indicó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Ante el negativo impacto económico que han sufrido los mexicanos, más de 80% consideró que el gobierno debió hacer más para proteger la seguridad laboral durante la pandemia.

“Vimos un gobierno que se desentendió de los trabajadores. Implementar apoyos y medidas de protección social, como un seguro de desempleo significa en muchos casos comer o no comer, incluso tener recursos para conseguir un nuevo trabajo”, comentó Marcelo Delajara, especialista económico del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Cabe señalar que el número de mexicanos que reveló tener alguna dificultad financiera es más del doble del 31% de la muestra, y el triple de países como Francia, Finlandia, Alemania o Bélgica. (El Heraldo de México)