EL RECIÉN FALLECIDO CRONISTA DE LA CIUDAD VIVIÓ 48 AÑOS EN BACALAR Y PUBLICÓ EL LIBRO BACALAR XVI SIGLOS DE HISTORIA

Héctor Cobá

Fotos: Tania Sol Portillo y Abimael Temích Chigo

Albergue para niños de comunidades rurales, biblioteca destinada a los amantes de la lectura, se busca convertir la casa del recién fallecido cronista de la ciudad de Bacalar José Jesús Morales Rosas, así como ponerle su nombre a la calle 38, donde está el inmueble en el que vivió sus últimos años de vida, propone la poetisa y coordinadora de actividades del centro cultural BakalArte, Tania Sol Portillo Martínez.

Manifestó que a los deseos del profesor Morales Rosas, se suma la propuesta de ella con otras personas de ponerle el nombre del cronista de la ciudad de Bacalar a la calle 38, así como la reimpresión de su principal libro: Bacalar XVI siglos de historia.

La calle 38 es un lugar de cultura por antonomasia en esa rúa viven, así como lo hizo el investigador Morales, dedicados a las artes y la cultura: el pintor renombrado y director de la Casa de Cultura de Bacalar Joseas Montalvo; el pintor paisajista, maestro de pintura de la Casa Internacional del Escritor de Bacalar, quien tiene su galería en su casa Gamaliel Balam; el pintor reconocido en Europa, exdirector de la Casa de Cultura de Bacalar y profesor de artes plásticas: Carlos Valdez Chay, incluida Portillo Martínez, ésta en BakalArte combina ser cafebrería, club de artistas, lugar de ferias artesanales holísticas, así como centro de turismo cultural.

 

Libros

Recordó la necesaria reedición del libro Bacalar XVI siglos de historia (de éste urge su edición impresa para los bacalareños, los quintanarroenses, los historiadores peninsulares, nacionales e internacionales).

Por otra parte, el doctor en Historia y amante de la historia peninsular en lo particular y en lo general de la nacional Gilberto Avilez Tax, en abril de 2016 publicó el texto Estampas de Bacalar: Jesús Morales Rosas, el herbolario de los pobres* en el que destaca: Jesús Morales Rosas “escribió un libro sobre Bacalar, pero también otro sobre Chetumal. Se le puede criticar su nulo trabajo de archivo, pero tiene una buena bibliografía secundaria su libro sobre Bacalar, y algo importante, se encargó de entrevistar a los más viejos de Bacalar para que les contara las historias de este lugar repoblado después de la Guerra de Castas”.

Él fue nombrado cronista de la ciudad en 2013 por el entonces Concejo Municipal; maestro de la lengua maya, director de varias escuelas normales de educación, escritor, poeta, compositor de canciones con la historia de Bacalar, autor de libros de herbolaria, iniciador del centro holístico y de herbolaria, única en Bacalar, en el hotel Akalki

Desde antes de ser nombrado cronista de la ciudad Jesús Morales ya estaba trabajando su libro El curandero de los pobres, en maya Uts’ak otsilo’ob, trabajo en el que se hace la descripción del uso de 550 plantas medicinales en Quintana Roo, al parecer concluido y en la búsqueda de impresor antes de su muerte el 5 de agosto, a los 83 años.

Otros libros publicados en años anteriores del recién desaparecido cronista de Bacalar son Un grito de Chiapas y Chetumal un siglo de historia.

 

Un reencuentro

Tania Sol menciona que convivió unos tres meses con Jesús Morales antes de su deceso, primero lo fuimos a saludar con Xul, el pintor y su mejor amigo. Le llevamos de comer y ahí le preguntamos si podríamos ir seguido. Vimos que estaba solo y casi no veía. Le preguntamos si quería algo y dijo que no, que él así estaba bien. De todas maneras con todo respeto le dijimos que yo iba a comenzar a ir. Xul le dijo que si me conocía, dijo que sí, ella es la hija del licenciado Alfonso Portillo y así fue como fui los próximos días a hacerle compañía. Convivimos como tres meses entre que iba y le saludaba o le limpiamos su hogar, chapeamos su predio.

Le hicieron un baño entre Xul y el dueño del hotel Akalki Arturo; en esos días lo vi comer fruta a cada rato, entre esas, plátanos, noni y frutas que le llevaba Xul, y comida que llevaba yo; algunas veces detergente para lavarle el piso y desinfectarle la casa. Limpiamos todo el predio porque estaba enmontado y peligraba de algún animal.

Su compañía eran sus cuatro gatos que tenía, a algunos los curamos de la sarna, algunos se sentaban a escuchar su amena plática, hablábamos de todo. Iba casi diario a limpiar, y ahí al final me ponía a comer con él o a preguntarle algo, así fue como él solito me decía qué era cada cosa y para qué.

Limpiamos su espacio y él nos ayudó con explicarnos qué era cada cosa. Tenía un jarrón viejito que estaba roto y me dijo: ese es recuerdo de mi primer regalo de un padre de familia cuando daba clases en Caanán. Nada se tiró, todo se limpió, se ordenó y él estaba con la lucidez y me decía que milagrosamente a mí me veía clarita, clarita. Eso me hizo llorar varias veces, al recordar que sí empezó a ver y que estaba motivado a que el documental de la historia de Bacalar se desarrollara pronto y su lugar sería motivo de visita.

Estaba muy lúcido, súper feliz de cantar y que le escucháramos y platicaba muy bien de todo. Siempre estaba limpio de su ropa y sus manos, su cabello, todo, nunca estuvo descuidado. Dormía en su cuarto que tenía un pequeño comedor al lado (mesa que dijo es para los niños de Caanán, los que vengan a estudiar secundaria y preparatoria, y que la casa sea un albergue para esos niños), ahí estaban ordenados sus escritos, un closet antiguo y su bolsa enorme de comida para gatos.

Videos

En los últimos tres meses convivimos con el maestro Morales Rosas, grabamos unos cinco o seis videos, de 10 a 12 minutos cada uno, casi una hora en total. En uno platica de la llegada de los Itzáes a Bacalar, con base en su libro Bacalar XVI siglos de historia, una síntesis, del origen del nombre de Belice, lugar que bordeaban en canoas, no se acercaban porque ahí residían los viejos olmecas, para llegar al lugar rodeado de carrizos o cercado de carrizos: Bakhalal. La llegada de los itzáes fue en la oscuridad, a la orilla de la laguna. Con la luz del día pudieron ver que había muchos animales de caza, que no temían a los humanos, también vieron la belleza extraordinaria de los colores de la laguna, todos los tonos del azul, desde el más oscuro hasta el más claro. Su propósito era conquistar el lugar, pero los habitantes no respondieron.

Inusitado gesto gatuno se escucha cerca del final del video, al menos dos gatos maúllan…

 

Cierre

Nadie se acuerda de él, de Morales, porque murió solo. Nadie se acercó a su morada tras su fallecimiento, por eso unos amigos y yo estamos planeando hacerle su homenaje y declarar su casa, la Casa del Cronista y ponerle nombre a esa calle donde vivió, ya que hasta ahora ni siquiera le han hecho un minuto de silencio, en alguna ceremonia, debido a que él quería hacer muchas cosas para Bacalar, y ahora que murió no se le ha hecho nada en su honor, recriminó Portillo Martínez.

Posdata del reportero: esperemos que José “Chepe” Contreras Méndez, éste en un mes asume la presidencia municipal de Bacalar, le dé la debida importancia a la figura histórica de Bacalar y los aportes de don José Jesús Morales Rosas. Que el gobernante municipal se convierta en el artífice de nombrar, al menos, una calle de la ciudad como Jesús Morales, que sí muestre su afecto por la cultura, historia y literatura de la antigua Bakhalal, hoy Pueblo Mágico Bacalar. “Era un hombre de saberes y modesto; binomio difícil de encontrar juntos, su libro Bacalar XVI siglos de historia es básico para iniciarse en la historia de ese lugar”, manifiesta el delegado en el estado de Quintana Roo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Margarito Molina.

 

*https://elchilambalam.com/estampas-bacalar-jesus-morales-rosas-herbolario-los-pobres/

**Caanán, una comunidad campesina a dos horas de distancia de Bacalar, a una hora, cerca de Melchor Ocampo después de Nuevo Tabasco en la zona limítrofe con José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto.