MARISOL BALADO ESQUILIANO

Hace unos días GEA-ISA dio a conocer los resultados que ubican al Presidente con un 45% de aceptación popular, el nivel más bajo al iniciar el 3er año de su mandato, este resultado tiene su explicación en los dos eventos en los que centró su atención en los últimos 15 días, vamos por partes; por un lado las cuentas alegres que hizo para el destino final de la venta de los 6 millones de boletos de la rifa del avión presidencial en la que supuso que el pueblo se volcaría a los estanquillos a comprarlos para apoyar la causa que enarboló desde su campaña, deshacerse del símbolo de los excesos y corrupción de los gobiernos neoliberales, al final las cuentas no cuadraron matemáticamente ni rindieron utilidades económicas ni políticas si consideramos que se quedaron sin vender el 30% de los “cachitos” de lotería y en el balance total los ciudadanos que compraron espontáneamente su boleto fueron 685 mil, nada más; apenas alcanzó el dinero para pagar los premios y el avión sigue en posesión del gobierno federal, seguirá costando dinero público y devaluándose, eso sin contar que faltan por pagar 3,800 millones para adquirir la propiedad y poder venderlo siendo optimistas.

El otro tema que retomó el Presidente a principios de mes fue la solicitud de juicio para los 5 ex – presidentes que le antecedieron ya que el plazo para solicitar la consulta ciudadana vencía el 15 de septiembre por lo que las huestes morenistas se aprestaron a cumplir con la tarea de recoger 1’800,000 firmas en 15 días para que se iniciara el proceso de consulta. Sin duda hubo mucho empeño y poca organización, al cumplirse el plazo únicamente se reunieron alrededor de un millón de firmas y Andrés Manuel quien había asegurado que no quería ser él quien presentara la solicitud para la consulta, se preparó para presentarla en tiempo por si las dudas. Si esta fue una manera de medir la capacidad organizativa de su partido, tampoco tuvo buenos resultados ya que no se cumplió con la meta y la percepción de la mitad de los mexicanos es que fue un ejercicio inútil ya que en un Estado de Derecho la aplicación de la Ley no es objeto de consulta popular; ya veremos si la resolución de la Suprema Corte coincide con el criterio de los reconocidos constitucionalistas del país que opinan que no procede la consulta.

El Presidente dijo la semana pasada que su popularidad iba subiendo, que estaba en el 71% de aceptación pero ya sabemos que él siempre tiene otros datos.

LA RUEDA DE LA FORTUNA

Mientras The Economist, acreditado periódico inglés publicaba que “El avión presidencial mexicano pasó de ser un símbolo de la corrupción del pasado a un símbolo de la ineptitud del presente”; aquí los correligionarios del Presidente le regalaban dos perlas: Alejandro Rojas, aspirante a la dirigencia nacional de su partido anunció que promovería después de 2024 que el estado de Tabasco se llamara Tabasco de López Obrador y Layda Sansores, aspirante a la gubernatura de Campeche, en un evento público le dijo: “…sólo cada 100 años nace un líder como tú, Andrés Manuel…” Percepciones totalmente opuestas.

Aquí le dejo mi correo por si tiene algún comentario marisolbaladoes@gmail.com

Sonría que hoy también hay buenas noticias.