AGENCIAS

GINEBRA.- Unos 34 millones de personas perdieron su trabajo por las medidas de confinamiento impuestas para combatir el COVID-19 en Latinoamérica, la región del mundo donde más empleo se ha destruido durante la pandemia, según estimó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

De acuerdo a las últimas estimaciones realizadas por la OIT en su nueva versión del informe “Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19”, América Latina ha marcado por culpa de la pandemia un récord histórico de tasa de desempleo, así como mínimos históricos de ocupación y de participación en el mercado laboral.

Latinoamérica cerró el primer semestre de 2020 con un índice de ocupación del 51.1%, lo que supone un mínimo histórico con 5.4 puntos menos que en el mismo periodo del año anterior. Esto se tradujo en 34 millones menos de empleados, en su mayoría mujeres y jóvenes del sector informal.

“Es una bomba de tiempo porque, a medida que el empleo se reactive, regresarán al mercado de trabajo y puede convertirse en una crisis política, con una presión grande por recuperar esos empleos”, advirtió el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.

La tasa de desempleo se elevó en el segundo semestre hasta el 11.4%, un valor máximo que supera a otras crisis previas como la de 2008, pero que no representa ni de cerca a todas las personas que perdieron su trabajo por la emergencia de la COVID-19.

El índice de desempleo apenas se incrementó 2.2 puntos porcentuales respecto al primer trimestre de 2020, lo que equivale a unos 2 millones. Los 32 millones de personas restantes que se quedaron sin empleo se volvieron población económicamente no activa, fuera de la fuerza de trabajo aunque en algunos casos fuese de manera transitoria. “Es población que está expectante para retomar su trabajo”, dijo la especialista Roxana Maurizio, coordinadora del informe.